Cristiano Ronaldo fue el encargado de llevar a la victoria a su selección ante Armenia en el duelo que lo convirtió en el máximo anotador de las Eliminatorias a la Eurocopa.
Cristiano Ronaldo, que con su gol en el minuto 72 se connvirtió en máximo anotador en Europeos, rompió el cerrojo de la selección de Armenia y brindó a Portugal una importante victoria (1-0) que la sitúa en la senda del Euro 2016, segunda del grupo I.
Una excelente combinación entre Nani y el recién ingresado Ricardo Quaresma propició el tanto de Ronaldo, que empujó el balón entre un desatino de la defensa visitante y abrió el camino de una sudada victoria.
A pesar del tropiezo inaugural ante Albania (0-1), Portugal suma ya seis puntos en tres partidos, frente a los siete de la líder Dinamarca, que, no obstante, cuenta con un encuentro más.
Ronaldo, que cosechó un nuevo récord al convertirse en el máximo goleador en fases de clasificación y fases finales de Europeos (23), fue el espejo de una selección poco acertada a puerta, pero muy tenaz, frente a una Armenia que se desinfló en el segunda parte, después de un notable primer periodo.
Destacó también entre los portugueses Quaresma, que cambió el ritmo del partido por su capacidad de desequilibrio.
Anticipando del muro del rival, Fernando Santos, seleccionador desde hace dos meses, decidió poner toda la carne en el asador con un ofensivo esquema (4-3-3), donde Tiago, del Atlético de Madrid, hizo las veces de medio defensivo, acompañado por Joao Moutinho.
El luso-venezolano Danny, talentoso jugador de cariz atacante, completó el trío de centrocampistas, que amparó en la frente a Ronaldo, Nani y Hélder Postiga, en su regreso a la selección cinco meses más tarde del fiasco en el Mundial de Brasil.
Los laterales fueron otras de las novedades, pues José Bosingwa, hoy en el Trabzonspor, regresó al combinado portugués cuatro años después y se estrenó por la izquierda el joven franco-portugués Raphael Guerreiro, defensa del Lorient, de 20 años.
Ese costado, el del ofensivo Guerreiro, registró muchos de los movimientos atacantes de los locales en los primeros tramos del encuentro.
Tanta era la sensación de atosigue que se podía presagiar una cascada de grandes oportunidades y de goles. Sin embargo, la mayoría de las iniciativas acabaron por morir en la orilla.
El área de Armenia estuvo repleta de rebotes y balones sueltos, unas veces por la precipitación de los portugueses y otras por el poco tino de los defensas armenios.
Pero fue Mkhitaryan, el más dotado de los visitantes, el que primero se acercó al gol, cuando provocó una falta al borde del área fruto de una vertiginosa carrera. En su ejecución, el "18" de Armenia forzó a Rui Patrício a una meritoria parada.
Al barullo, Portugal creció y Joao Moutinho, a raíz de un excelente robo, posibilitó a Ronaldo un remate escorado que repelió el meta Román Berezovski, de 40 años. El rechace cayó en el extremo del Real Madrid que, en su segundo intento, lanzó desviado.
A pesar del acoso de córneres y centros al área de los locales, Armenia, era, en el ecuador del primer tiempo, la selección más peligrosa objetivamente: tres remates a puerta contra dos.
La ansiedad de Portugal, que pidió tres penaltis, era patente, tanto que al término de la primera parte tenía a tres jugadores amonestados: los centrales Pepe y Ricardo Carvalho y el medio Tiago.
Con la entrada de Éder, un jugador físicamente poderoso, achucharon a los visitantes con una sucesión de remates, uno de ellos, un cabezazo de Danny que tocó en el larguero.
Ronaldo, difuminado en varias fases, marró varios libres y, ante el cerrojo de los armenios, ensayó los disparos lejanos.
Fernando Santos llamó entonces al extremo Ricardo Quaresma y el efecto fue inmediato, pues el extremo del Oporto firmó la jugada que abrió la lata. Nani sirvió a Quaresma, cuyo remate fue rechazado por Berezovski, pero la defensa armenia no logró despejar y el balón suelto lo cazó Ronaldo en el 72.
Así se coronó como el máximo anotador en fases de clasificación y fases finales de Europeos, con 23 dianas, una más que el danés Jon Dahl Tomasson.
En el 85, Ronaldo le puso a Éder el segundo, pero el delantero del Braga falló lo más sencillo. El luso-guineano buscó su momento de gloria con un cabezazo que se estrelló en el poste.
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