El cuadro portugués anunció el fichaje de Martunis, un sobreviviente del tsunami de Indonesia del 2004.
Martunis, el niño indonesio que sobrevivió al tsunami ocurrido en el sudeste asiático en 2004 y que fue encontrado con una camiseta de la selección lusa, logró cumplir su sueño y jugará en las categorías inferiores del Sporting de Lisboa.
El joven de 17 años se incorporará a la academia que el Sporting tiene en Alcochete para preparar a sus jugadores, según anunció el presidente de los "leones", Bruno de Carvalho, durante la gala que conmemoraba el 109 aniversario del club lisboeta.
Martunis subió al escenario vestido con la camiseta verdiblanca del Sporting y, con ayuda de un traductor, agradeció la oportunidad de poder jugar en Portugal.
"Estoy muy contento por estar aquí y voy a realizar mi sueño en este gran club", dijo.
Bruno de Carvalho explicó que el Sporting no sólo quiere formar a Martunis como futbolista, sino que también apoyará "su desarrollo humano y como hombre".
HISTORIA DE SUPERACIÓN
El 26 de diciembre de 2004, un tsunami acabó con la vida de más de 225.000 personas en el sudeste asiático, incluidas las de la madre y las hermanas de Martunis.
A él la tragedia le sorprendió cuando tenía apenas 7 años, mientras jugaba al fútbol con sus amigos ataviado con una camiseta de la selección de Portugal.
Martunis consiguió mantenerse con vida durante 21 días, bebiendo agua de charcas y comiendo lo que llegaba arrastrado por el mar, hasta que unos reporteros británicos lo encontraron deshidratado en una playa y lo llevaron a un hospital.
Su imagen con la camiseta de la selección lusa dio la vuelta al mundo y le hizo famoso en Portugal, especialmente después de que confesara su afición por el Sporting de Lisboa y su fascinación por Cristiano Ronaldo.
El propio Ronaldo se interesó por él a lo largo de los años, visitándolo en varias ocasiones y contribuyendo a la reconstrucción de su casa.
Martunis se formó como futbolista en la escuela que la Fundación Real Madrid tiene en su pueblo natal, Banda Aceh, en Indonesia. EFE
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