El "Tanque" quiere volver a ser el de antes y por eso quiere dejar atrás las lesiones. Para eso se motiva con su pequeña Doménica.
"Tanque" recargado. En los últimos dos años, Cristofer Soto, tuvo lesiones que le jugaron una mala pasada. Tanto era la impotencia del delantero de 24 años que por poco deja el fútbol, sin embargo el nacimiento de su hija Doménica, le prendió la luz de la vida para seguir luchando con la pelota, sobretodo que busca su revancha a base de goles con la divisa del León de Huánuco.
"Lamentablemente en los últimos años tuve tres lesiones complicadas que me dejaron fuera de las canchas por muchos meses", indicó.
"Por momentos me sentía frustrado tanto así que pensaba dejar el fútbol, pero con la ayuda de Dios, de mí familia, mi esposa y el nacimiento de mi hija Doménica me ha dado fortaleza anímica para salir adelante. Es el motor de mi vida para seguir adelante, sobre todo para luchar en el fútbol. Es mi cábala de todos los goles", dijo Soto.
"Jugar en segunda división (Unión Huaral) me ha servido para encontrar mi verdadero nivel futbolístico. Gracias a Dios que se dio la oportunidad de jugar por el León de Huánuco en lo que resta de la temporada. La verdad me sentí extraño de volver anotar con la reserva, sobretodo iluminado y ahora solo espero aportar mi granito de arena al primer equipo", finalizó.
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