Al menos cuatro manifestantes fueron detenidos y cuatro personas quedaron heridas, entre ellas un fotógrafo impactado por fragmentos de una bomba aturdidora lanzada por las autoridades, en los incidentes entre uniformados y los participantes en la protesta.
La Policía brasileña dispersó con gases lacrimógenos una protesta contra los gastos del Gobierno en el Mundial de fútbol protagonizada por cerca de 200 manifestantes en una plaza próxima al Maracaná poco antes de que Alemania y Argentina iniciaran el partido final de la competición.
Al menos cuatro manifestantes fueron detenidos y cuatro personas quedaron heridas, entre ellas un fotógrafo impactado por fragmentos de una bomba aturdidora lanzada por las autoridades, en los incidentes entre uniformados y los participantes en la protesta, según la Policía Militarizada del estado de Río de Janeiro.
El enfrentamiento se produjo cuando los manifestantes, que se habían concentrado a primera hora de la tarde en la plaza Saens Peña, una plazoleta en el barrio de Tijuca a cerca de diez calles del Maracaná, bloquearon una vía aledaña e iniciaron una marcha con la que intentarían llegar al estadio escenario de la final del Mundial.
Como los líderes de la protesta se negaron a atender la orden para no intentar forzar el paso por un bloqueo policial a unas cinco calles del Maracaná, la Policía avanzó hacia los manifestantes con un grupo de la caballería y después los dispersó con las bombas de gas lacrimógeno.
Los manifestantes habían ocupado desde temprano la plaza Saens Peña para, con letreros de protesta en inglés y portugués, criticar los gastos del Gobierno en el Mundial de fútbol y los desalojos de personas de escasos recursos para abrir espacios para los estadios y las obras de movilidad en las ciudades sede de la competición.
Los incidentes obligaron a la administración del metro a cerrar las puertas de su estación en la plaza Saens Peña por cerca de dos horas, lo que causó protestas de los usuarios del servicio.
La manifestación fue la segunda promovida por las organizaciones que critican el Mundial de fútbol, luego de que un grupo aún menor protagonizara una protesta pocas horas antes en otra plaza del barrio Tijuca sin ningún incidente.
Las autoridades habían admitido antes del Mundial su preocupación con la posibilidad de que se repitieran durante la competición las masivas protestas registradas el año pasado, cuando millones de brasileños salieron a las calles para exigir mejores servicios públicos en coincidencia con la Copa Confederaciones de la FIFA.
Pese a que algunas organizaciones convocaron manifestaciones en diferentes ciudades durante el Mundial, las protestas convocaron a pocas personas y en su mayoría terminaron sin incidentes violentos.
EFE
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