La afición del equipo lisboeta no toleró la derrotar en el debut y expresó su malestar. Hasta ahora no olvida el debacle que fue la temporada pasada.
La insatisfacción de la afición del Benfica se hizo palpable con apenas un partido de Liga disputado, y cerca de una veintena de personas recibieron al equipo con pitos e insultos tras perder en casa del Marítimo (2-1).
Los lisboetas, que llegaron de madrugada a la capital lusa, son ya blanco de las críticas pese a que la temporada acaba de arrancar, reflejo de que la presión en torno al equipo viene aumentado desde el final de la pasada campaña.
La frustración en la hinchada de las "águilas" tiene su origen en el pasado mes de mayo, cuando perdió en cuestión de días la final de la Liga Europa contra el Chelsea, la final de la Copa de Portugal contra el Guimaraes y cedió el liderato en Liga al Porto a falta de sólo una jornada para el cierre del campeonato.
El duro varapalo que sufrió el Benfica puso en cuestión la continuidad del entrenador, Jorge Jesús, que finalmente acabó por renovar después de semanas de incertidumbre.
Al técnico luso se le reconoce en Portugal el mérito de hacer jugar bien al equipo, pero las dudas aumentan sobre su capacidad para lograr títulos.
La floja pretemporada no ha hecho sino elevar la presión sobre el conjunto luso, que durante la campaña anterior apenas registró una derrota en todo el año y ahora empieza ésta con mal pie.
Pese a los numerosos refuerzos, el once de las "águilas" es prácticamente el mismo que la temporada pasada, ya que el Benfica ha retenido por el momento a sus mayores estrellas, aunque se especula con las salidas a última hora del argentino Ezequiel Garay y su compatriota Eduardo "Toto" Salvio.
Los lisboetas, que sufren la hegemonía del Porto durante las últimas tres décadas (con 20 títulos de Liga en ese período), afrontan además un difícil calendario durante el próximo mes, durante el que deberá jugar fuera contra rivales de entidad como el Sporting de Lisboa o el Vitória de Guimaraes.
EFE
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