La lesión del volante alemán del Real Madrid ha marcado ciertas diferencias entre el máximo ente rector del fútbol germano y el cuadro blanco.
La lesión muscular sufrida por el mediocampista Sami Khedira, enfrenta a su club, el Real Madrid, que asegura que se lesionó con Alemania, y la federación germana de fútbol, que argumenta que el jugador se incorporó a la concentración de su selección lesionado.
La rotura muscular que sufre Khedira en el muslo izquierdo, que según los primeros informes médicos le tendrá en torno a seis semanas alejado de los terrenos de juego, ha provocado dos partes médicos enfrentados de Real Madrid y federación alemana.
Según la federación el jugador llegó lesionado y no pudo completar ningún entrenamiento antes del amistoso que va a disputar ante Argentina en la reedición de la última final del Mundial 2014.
Mientras que el club español asegura que se marchó en perfectas condiciones tras participar en el partido de la segunda jornada de Liga en Anoeta ante la Real Sociedad y que su lesión se produjo con su selección.
El detalle es importante, ya que FIFA se haría cargo de la cantidad económica correspondiente al jugador desde el vigésimo octavo día desde su lesión.
Esta situación se produjo durante la mitad de la pasada campaña, después de la grave lesión de rodilla que Khedira sufrió el 16 de noviembre, también con su selección, en un amistoso ante Italia en el estadio Giuseppe Meazza.
El centrocampista se rompió el ligamento colateral medial y el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha y estuvo de baja hasta prácticamente la final de la Champions League que reapareció seis meses después.
La baja de Khedira es un nuevo dolor de cabeza para el técnico italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti, quien tras perder a Xabi Alonso, traspasado al Bayern Munich, pierde una figura de centrocampista defensivo de la que carece en su actual plantilla.
En principio el jugador que tendrá que asumir más responsabilidad es Asier Illarramendi, que aún no ha disputado un minuto en dos jornadas ligueras.
EFE
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