El buen rendimiento del jugador de Cristal y la selección es analizado bajo la óptica del periodista Efraín Trelles. Imperdible nota sobre el 'Usain Bolt' del fútbol peruano.
Por Efraín Trelles
¿Quién puede ser el jugador que más ha crecido en la era Markarián? A los nombres de Luis "Cachito" Ramírez, Jean Tragodara o Josepmir Ballón se suma, y con qué aires, el celeste Luis Advíncula.
Segundo Aranda es el nombre del primer nueve peruano en partidos oficiales (1927) y en ese escenario huachano Luis Advíncula hizo el gol del nueve, un verdadero cañonazo ganando la posición en cuatro trancos felinos y rematando en primera con una derecha de otros tiempos.
Nacido en marzo de 1990, Advíncula debutó en 2009 con la seda del Juan Aurich y rápidamente fue fichado por Sporting Cristal. Veloz, asomó pronto como volante, lateral y hasta eso que en Italia llaman "diestro tornante".
La primera impresión fuerte sobre Luis Advíncula la tuvo Sergio Markarián apenas vio el cronómetro del preparador físico, allá en la Videna. Días después, tras una entrevista, Markarián reconocería asombrado su esperanza en Advíncula. "Ese muchacho rompe los relojes en la prácticas", señalo el conductor oriental.
¿Pero cuál es el verdadero puesto de Luis Advíncula? Con goles como los del domingo en Huacho está claro que se impondrá arriba y de cara a la red rival.
Se sabe que en un segmento de práctica Sergio Markarián, que aprovecha cada minuto del trabajo, ya lo hizo jugar a Advíncula de centro delantero y luego hizo su "focus group" con los defensas de la selección: ninguno quería marcar a Advíncula por la dificultad física que semejante intento representa.
El balón es el que habla por todos y Luis Advíncula ha empezado a hacerle recitar los extrañados versos del gol. Ojalá no decline y mantenga el rigor.
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