Un gol de Rooney no fue suficiente para salvar a un equipo que hizo aguas en defensa y que recibió los goles del surcoreano Ki Sung-Yong y del islandés Gylfi Sigurdsson.
El Manchester United tuvo un pésimo debut en la Premier League, pues terminó cayendo 1-2 en condición de local ante el Swansea.
En su primer compromiso en la Premier League, Van Gaal no pudo cambiar el rumbo de un equipo que la temporada pasada, con David Moyes al mando, no logró clasificarse para las competiciones europeas.
El United abrió la temporada con una alineación de clara vocación ofensiva, si bien sufrió los primeros problemas en la línea de contención.
La defensa de tres, con el inglés Tyler Blackett a la izquierda, sufría para contener las llegadas del Swansea, y en el minuto 28 hizo aguas por primera vez en esta campaña.
Los visitantes aprovecharon el desconcierto en la última línea del United para dejar un balón al surcoreano Ki Sung-Yong, que no halló oposición en la frontal del área para disparar un tiro que se coló en la portería del español David De Gea.
Los "diablos rojos" no supieron reaccionar al gol en contra hasta después de la charla de Van Gaal en el descanso.
Tan solo cinco minutos después de la reanudación, Rooney aprovechó un balón de Ashley Young para ensayar una "chalaca" en el área pequeña con la que superó al guardameta Fabianski y equilibró el duelo.
A medida que iban pasando los minutos de la segunda parte, sin embargo, el efecto de las órdenes de Van Gaal parecía ir diluyéndose, y en el 72 la defensa del United volvió a sufrir un desliz.
Nadie en el área de De Gea pudo despejar un balón que acabó en los pies del islandés Gylfi Sigurdsson, que no perdonó al portero español.
Van Gaal trató de hallar soluciones en su banquillo, pero ni el portugués Nani, ni los belgas Adnan Januzaj y Marouane Fellaini lograron que el United diera un vuelco al resultado.
RPP/EFE
Comparte esta noticia