El exportero del Pachuca que falleció de trombosis se quedará por la eternidad en Hidalgo, luego de que sus cenizas lleguen a la sede del club.
Las cenizas del exguardameta Miguel Calero que falleció este martes, serán repartidas entre su natal colombia y Pachuca, la ciudad mexicana que lo acogió y con cuyo equipo brilló durante once años, informó la familia.
"Les vamos a dejar un pedacito de Miguel", aseguró Milton Calero al agradecer el homenaje a su hermano en el estadio Hidalgo con una misa de cuerpo presente, con presencia de la directiva del Pachuca y unos cinco mil hinchas del equipo.
La familia se llevará parte de las cenizas a Colombia y permanecerán en la casa de la madre del portero del Pachuca hasta que se decida su destino final.
La otra será dejada en Pachuca, en un nicho especial que será construido en la Universidad del Fútbol, que maneja el equipo, y en donde muchas ocasiones suele entrenar la plantilla profesional.
El presidente del Pachuca, Jesús Martínez, señaló que se mandarán a construir un total de 47 nichos funerarios en la Universidad del Fútbol, el primero de los cuales será destinado para los restos de Calero.
La organización del Pachuca anunció también que el dorsal número 1, que llevó Calero en su camiseta de portero, será retirado de la numeración del equipo para no ser utilizado nunca más.
Calero fue despedido en el estadio Hidalgo por unos cinco mil hinchas que no pararon de corear frases como "Miguel, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si yo alguna vez te he dejado de alentar" y el simbólico "Calero no se va, Calero no se va".
EFE
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