Con tantos de Karin Benzema (74´ y 90´) y Kaká (82´), el cuadro madrileño sacó una buena ventaja en la serie ante el equipo chipriota en su camino por avanzar a las semifinales de la Champions.
El Real Madrid puso pie y medio en las semifinales de la Liga de Campeones al vencer por 3 a 0 al Apoel Nicosia en Chipre, por el partido de ida de los cuartos de final del torneo más importante de clubes.
Mourinho sorprendió tanto en su apuesta por un jugador sin ritmo de competición como Nuri Sahin así como por mantener el tridente formado por Cristiano Ronaldo, Gonzalo Higuaín y Karim Benzema. Sin Xabi Alonso, sancionado, a Sahin le faltó ritmo pero dirigió el equipo con criterio. Buena visión cuando hubo desmarques de Cristiano pero con poco que hacer ante la pasividad del resto.
Pese a que la posesión era del Real Madrid desde el inicio y no se produjo un inicio de presión en el infierno que pretendía crear la afición chipriota, el fútbol era previsible en el primer acto. Juego al pie. Poco movimiento al espacio. La ambición de Cristiano mostraba el camino. En ocasiones precipitándose, como el primer disparo a puerta a los siete minutos, pegado a la banda izquierda.
El equipo madrileño se desquitaría en la segunda parte. La posesión fue aún mayor para el Madrid. Superó unos minutos de imprecisión que no provocaron llegadas a la portería de Casillas. El capitán fue un aficionado más. Los esfuerzos de Ailton, el mejor del poco fútbol del Apoel, que bajó todos los balones y los aguantó como pudo ante Ramos y Pepe, no tuvieron compañía. Añoró al sancionado Manduca. Era una lucha imposible.
El primer gol abriría el partido y daría vía libre para sentenciar la eliminatoria. Para ello Mourinho tuvo que mover fichas y acertó en los cambios lo que falló de inicio. Marcelo dio profundidad y Kaká encontró los espacios para inventar. De los dos nació el primer gol de Benzema, de cabeza a los 76 minutos.
Era el momento de subir de marcha. El Apoel acusaba correr tras el balón y cuando se abrió mínimamente recibió un duro castigo. Chiotis salvaba una clara ocasión de Cristiano a placer y sacaba como podía un disparo de Özil. Marcelo volvió a aparecer para desbordar por banda y asistir a Kaká en el segundo tanto.
Y por si no estaba todo sentenciado Benzema cerró la cuenta marcando sobre la hora tras un pase perfecto de Özil. Con siete goles en "Champions" ya es el máximo goleador madridista en el camino de la "Décima". Reivindica su papel de protagonista en su gran año. El Real Madrid cumple. Ya puede esperar tranquilo al Bayern u Olympique.
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