Estableciendo nuevos registros de triunfos históricos con un racha de quince victorias. Con una media goleadora en Liga. Así llega el Real Madrid al clásico del fútbol español.
"Mis segundos años siempre son mejores", aseguró José Mourinho en los últimos coletazos de su primera temporada en el banquillo madridista que dejó la conquista de la Copa del Rey como primer logro. Liga y Liga de Campeones se habían marchado a casa del eterno rival, el Barcelona, y el técnico portugués prometía lucha.
Lo demuestran los números. Es cierto que Mourinho ganó títulos importantes en sus segundos años de sus etapas en Oporto, Chelsea e Inter de Milán. En el Real Madrid va camino de ello. Dio pistas de que no iba de farol en la Supercopa de España. A doble partido por primera vez el conjunto madridista estuvo cerca del Barça. Y lo certifica con números que igualan rachas victoriosas del mejor momento de Pep Guardiola.
Con el último triunfo europeo madridista alcanza quince victorias consecutivas. Un hecho que no se daba en la casa blanca desde hace 50 años. Por entonces, en la temporada 1960-61 Miguel Muñoz era el entrenador del Real Madrid. Ahora, con José Mourinho la racha lanza la moral antes de afrontar el gran reto, acabar con la hegemonía del Barcelona.
Diez victorias consecutivas en Liga, para reaccionar a una semana de bajón en la que perdió ante Levante y empató con el Racing de Santander. Diez triunfos que lo sitúan líder. Con tres puntos de ventaja reales sobre su enemigo. Que serían seis si gana el partido de menos que tiene por disputar ante el Sevilla. Lo que, en caso de ganar, dejaría en nueve la diferencia real con el Barza. Media Liga está en juego en el Santiago Bernabéu.
Y cinco victorias de la racha son de "Champions". Con una anterior convierten al Real Madrid en el mejor equipo de la historia en una fase de grupos. Milan, París Saint Germain, Spartak de Moscú y Barça ya habían conseguido el pleno años anteriores. Nunca con una diferencia de +17 gracias a los 18 goles a favor y los tan solo dos encajados por el equipo de Mourinho.
Así llega el Real Madrid al clásico. Con la moral con las nubes. Disfrutando de su momento. Con Sergio Ramos liderando la defensa desde una nueva posición, central, en la que aporta más fuerza y salida de balón. Xabi Alonso como el gran referente. Di María desequilibrando. Cristiano Ronaldo marcando. Y dos delanteros finos ante el gol, Karim Benzema y Gonzalo Higuaín. Pero todos con los pies en el suelo. Conscientes de que los grandes partidos no entienden de rachas. Y mucho menos un clásico.
EFE
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