El cuadro blanco no tuvo mayores incovenientes para derrotar al Shalke y clasificar cómodo a los cuartos de final de la Champions League.
Cristiano Ronaldo lideró el triunfo del Real Madrid en el trámite ante el Schalke para certificar su presencia en los cuartos de final de la Champions League.
Un nuevo doblete del astro portugués, que pudo ser mayor, animó un enfrentamiento sin mucho aspaviento, tras la lesión seria del canterano. Solo la lesión de Jesé Rodríguez alteró el guión marcado.
Una desgracia que llegó pronto. A los cinco minutos. El bosnio Sead Kolasinca se cruzó en la maniobra del español, al que se le fue la rodilla derecha. Tuvo mala pinta desde el principio. El jugador se echó las manos a la cara y su pierna había perdido estabilidad. Una lesión grave.
Bale ocupó el lugar de Jesé. Un contratiempo para Carlo Ancelotti. No era ahora un fijo el joven atacante. Pero era una alternativa segura y fiable. Que había cumplido con creces especialmente en el tramo inicial del curso, cuando su técnico le encontró hueco a la menor ocasión en cualquier puesto del ataque.
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