Ramiro Monzó consiguió su entrada comprando reventa y 96 minutos después terminó abrazando a los jugadores en la cancha del Camp Nou.
Su nombre es Ramiro Monzó, tiene 21 años y es hijo del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. En las últimas horas se convirtió en el centro de la noticia y es que en un principio pasó desapercibido literalmente en medio del tumulto por la hazaña del Barcelona en el Camp Nou al vencer por 6-1 al PSG en el último minuto.
Es argentino y estuvo tan cerca de esa frontera tentadora que separa las tribunas del campo que no soportó más la euforia y entró para convertirse en un jugador más, en uno más del plantel que se abrazaba con quien podía por la emoción de hacer historia. Ramiro fue entrevistado por el medio argentino La Nación y lo contó todo.
"Esto se dio un poco de casualidad, porque queríamos ir a ver el partido y sólo podíamos conseguir entradas en la reventa. Ya estábamos jugados, así que compramos lo que había. Mis amigos fueron a la segunda bandeja y a mí me tocó una que decía primera fila, pero yo pensé que era en la platea. Cuando la acomodadora abrió el cerco y me hizo entrar a la cancha, a una fila de asientos detrás del cuerpo técnico y los jugadores que no habían sido convocados, no lo podía creer", empezó explicando.
"En el momento previo al último gol, como ya se habían movido algunos jugadores, pasé adelante y quedé al lado de Denis Suárez. Cuando Sergi Roberto hizo el gol, lo primero que reaccioné fue a correr y entrar en la cancha. Ni lo pensé. Fue algo muy emocionante, y cuando lo vives ahí, sentado al lado de la cancha, es como que formas parte del partido, el impulso te lleva a hacer eso", añadió Monzó.
"Metí una corrida como nunca en mi vida, y de repente llegué antes que otros jugadores, y que todos se arrojaban uno encima del otro, y ya casi estaba para saltar con ellos, pero en ese mismo segundo me di cuenta que no podía estar allí, que les arruinaba la situación, que era algo que tenían que festejar ellos, así que me quedé festejando en un costado. Enseguida se acercó alguien de seguridad, pero para evitar algún problema, salté a la popular detrás del arco y me fui a festejar con la gente", finalizó.
Pese a ser una impresionante historia que el joven argentino podrá contar a quien pueda, no todo es felicidad para el club. Ramiro Monzó tenía razón cuando dijo que "no podía estar allí, les arruinaba la situación", pues se supo este viernes que la UEFA abrió un expediente al Barcelona por invasión de campo por parte de su hinchada.
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