Con dos goles del italiano Giuseppe Rossi y otro de Carlos Marchena el "Submarino Amarillo" superó al representativo danés y concretó su pase a la ronda de grupos de la Liga de Campeones.
El italiano Giuseppe Rossi, con sus dos goles en el segundo tiempo, encarriló una dura eliminatoria ante el Odense danés y metió al Villarreal en la fase de grupos de la Liga de Campeones, con un triunfo que transformó en goleada Carlos Marchena, en el minuto 82.
Los daneses aguantaron la primera parte, con una gran actuación de su portero Wessels, pero se vio superado por una segunda parte estelar de los castellonenses y de Rossi.
A los treinta y siete minutos, el portero alemán salvó milagrosamente un disparo Camuñas y un mano a mano posterior con Rossi, lo paró el meta danés ante el asombro de la grada. Con ello, el Villarreal que dominó pero al que le faltó continuidad en el juego, se fue al vestuario sin un gol que mereció, a pesar de no estar jugando su mejor encuentro.
Los segundos cuarenta y cinco minutos, comenzaron con un Villarreal volcado y buscando la portería rival. Y ya al minuto ya había parado dos disparos Wessels, de Joan Oriol y Marcos Senna.
Camuñas envió un balón al palo para desesperación de la afición castellonense, hasta que finalmente, en el 50, Rossi aprovechó un centro de Nilmar, y batió a Wessels.
Con el gol, se tranquilizaron los ánimos y el Villarreal movió mejor el balón. Así, Cani buscó un centro lejano a la espalda de la defensa, que encontró a Rossi, que remató de volea desde el centro del área para marcar un golazo que daba la clasificación.
El gol descolocó al Odense, que vio cómo a los setenta minutos, era expulsado Kadrii por una dura entrada a Zapata. Con un hombre más, el Villarreal buscó manejar el partido y aguantar la posesión, a la espera de una opción que sentenciara la eliminatoria. Pero Valero, puso otra la vez la emoción al resultado al autoexpulsarse por responder a una entrada rival (m.76).
Cuando parecía que podía pasar apuros, apareció Marchena, quien ya avisó en el primer balón que tocó y, a falta de ocho minutos, marcó el gol de la tranquilidad y de la clasificación. Con un disparo lejano y raso, que se "tragó" Wessels.
EFE
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