Las ausencias de Paolo Guerrero y Jefferson Farfán ubican a Raúl Ruidíaz en una situación que no se había dado durante la era Gareca: ser la opción número uno en ataque.
Raúl Ruidíaz ha polarizado la opinión del hincha nacional. Con excelentes números en el fútbol de los Estados Unidos, que lamentablemente todavía no pudo trasladar a la Selección Peruana.
Son siete goles en 12 partidos desde su llegada a la MLS, donde desde que pisó la tierra del ‘Tío Sam’ se convirtió en el ‘9’ de su club, ganándose la titularidad a punta de gritos de gol. Para un delantero como Raúl Ruidíaz que vive de ‘romper redes’ es determinante la confianza, es un atacante acostumbrado a sentirse importante en sus equipos. Pasó en Morelia, donde es ídolo, y ahora sucede lo mismo en Seattle Sounders.
En la Selección Peruana todavía no fue la alternativa de ataque número uno de Ricardo Gareca, digo todavía, porque esa escena está a punto de rodarse. La inhabilitación de Paolo Guerrero y la lesión de Jefferson Farfán, lo encumbran como la carta principal de ataque y lo mejor, es que tiene detrás casi el mismo equipo que logró la clasificación y jugó el Mundial.
No coincido cuando se dice que el equipo debe jugar para Raúl Ruidíaz. Ante la ausencia de Guerrero, tampoco se dio esto con Jefferson Farfán. El delantero del Lokomotiv tuvo que adaptarse, explotar sus diagonales y convencer al equipo que debía intentar con más frecuencia jugar por abajo y buscando ganarles las espaldas a los zagueros.
Raúl Ruidíaz deberá parecerse al que triunfa en Estados Unidos, hacerse espacios, buscar un socio, como lo encontró en Morelia con Valdez o en Seattle Sournders con Lodeiro. Gol tiene y de sobra, sus números los respaldan. Dicho todo estos nos preguntamos ¿Cómo no te voy a creer?
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