El equipo dirigido por Carlos Queiroz llega al Mundial con una larga racha invicta, pero será parte de un grupo difícil junto a España y Portugal.
No tienen chimpunes, pero la moral está bien arriba. Los futbolistas de la Selección de Irán, que no recibieron las botas de Nike para disputar el Mundial Rusia 2018, y su seleccionador portugués Carlos Queiroz encaran la Copa del Mundo más unidos que nunca para un partido que se anuncia decisivo en sus posibilidades de clasificación en el Grupo B: frente a Marruecos el viernes.
La empresa norteamericana rechazó calzar a Irán por las sanciones impuestas al país por parte de Estados Unidos, pero "eso ha sido una fuente de inspiración para nosotros", respondió a la cadena Sky Sports Queiroz, al frente de los iraníes desde 2011. Bert Hoyt, vicepresidente de Nike a cargo del área de fútbol, dio detalles en Moscú a la AFP sobre el tema: "No estamos autorizados o en medida de entregar nuestros productos a los jugadores iraníes. Sin embargo, si un futbolista decide que quiere contar con botas y comprárselas él mismo, potencialmente podría usarlas durante el Mundial".
Sin el material precioso en su vestuario de Nike, que viste a esta selección desde hace larga data, los últimos días de la preparación se vieron afectados. Muchos jugadores se vieron obligados a comprarse ellos mismos los chimpunes en casas de deportes o pedir ayuda a compañeros de equipo para superar el inconveniente, según la prensa.
Nike "debería pedir disculpas, porque esa conducta arrogante hacia los 23 muchachos es absolutamente ridícula e inútil", comentó Queiroz ante la actitud del gigante estadounidense de vestimenta deportiva. La compañía de la pipa se justificó recordando que "las sanciones se han impuesto hace muchos años y están escritas en la ley", pero Queiroz juzgó "inútil" ese comunicado, ampliando que "todo el mundo es consciente de las sanciones".
22 partidos sin perder
Este problema cayó en mal momento, después de una preparación que se vio afectada por dos partidos amistosos que se suspendieron a última hora, uno contra Grecia y otro ante Kosovo. Sobre todo porque el Grupo B en Rusia se presenta como una montaña enorme a escalar: el favorito España y el vigente campeón europeo Portugal.
Pero antes aparece en la ruta Marruecos, el viernes en San Petersburgo, en un partido de vida o muerte prácticamente, a menos que Irán logra dos hazañas seguidas frente a los conjuntos ibéricos. Pese a todos esos contratiempos, "tenemos el potencial de sorprender a Marruecos en nuestro primer partido", asegura Queiroz. "Conocemos muy bien su equipo y sospecho que ellos no saben muchas cosas de nosotros".
Con Queiroz al mando, Irán ha escalado en la clasificación FIFA de naciones de Asia del séptimo al primer puesto, especialmente después de exhibir un equipo muy sólido durante las eliminatorias, manteniéndose invicto en todos los partidos oficiales que disputó desde el Mundial-2014. Un balance espectacular de 22 partidos sin derrotas y el orgullo de haber sido la primera selección del planeta en sellar su boleto para Rusia-2018 son otros motivos para tener esperanzas en el Mundial.
AFP
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