Cristian Benavente: su emotiva historia de amor con la Selección Peruana

Pocos jugadores sacrificarían y arriesgarían tantas cosas por la Selección Peruana como lo ha hecho Cristian Benavente Bristol (22 años), que desde niño soñó con jugar por la blanquiroja, pese a que vivió en España desde muy pequeño. Su madre, Magali Bristol, una ex voleibolista limeña, siempre le habló de lo hermoso del país. Su padre Agustín Benavente fue jugador de futbol sala y le inculcó el amor por el fútbol que lo llevó al Real Madrid.

Sueño de niño - “Mi mamá siempre me habló de Perú. De la familia, siempre. Me cocinó allá platos peruanos que son una sazón increíble, ‘buenazos’ como dicen en Lima. Yo tuve claro que siempre quise jugar por Perú, no por España. Me gustaría que Sergio Markarián me convoque. Es el sueño de cualquier futbolista”, dijo Benavente a La República en 2013. Pese a que había jugado por la Selección Sub 17 y Sub 20 de Perú, hasta aquel entonces no había tenido oportunidad en el equipo mayor. En abril de esa año debutó con la Selección absoluta y en junio le marcó su primer gol con Perú en la victoria 2-1 ante Panamá.

Su carrera - "La gente le tiene un cariño especial a Cristian Benavente", contó el entrenador de la Selección Peruana, Ricardo Gareca. Tras verlo jugar en la tercera división de España con el Real Madrid Castilla, el argentino le exigió al delantero cambiarse a una liga más competitiva si quería ser convocado. En una dicisión muy criticada, dejó las inferiores del Real Madrid, en donde compartió algunos entrenamientos con Cristiano Ronaldo e Iker Casillas, para buscar minutos en un equipo de mayor nivel.

Debut en primera - Fichó por el Milton Keynes Dons de la Segunda División de Inglaterra. Tras una temporada discreta llegó al Charleroi de la primera división de Bélgica, con el cuál ya jugó 11 partidos esta temporada y 2 goles. Primer renunció a la chance de jugar por España para llegar a la Sub 20 de Perú. Luego abandonó la filial del Real Madrid para tener una oportunidad con la selección absoluta. Si eso no es amor por la camiseta, no existe el amor.