Alberto Fujimori volvió a estar frente a los tribunales. Esta vez por el caso de los diarios chicha, un juicio que está a puertas de una sentencia y que podría llevarlo hasta ocho años de prisión. Sin embargo, su avanzada edad y su mal estado de salud han sido la excusa perfecta para que sus defensores pidan el arresto domiciliario, un objetivo que no ha tenido éxito así como tampoco la reposición del teléfono en su celda.
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