Enrique Peramás pidió que el Estado tome más protagonismo en el sector devastado por un incendio que dejó más de 200 familias afectadas.
El alcalde del Rímac, Enrique Peramás, ha pedido al Estado que tome el protagonismo en la zona de Cantagallo, donde ocurrió un voraz incendio que dejó más de 300 casas destruidas, y que el Indeci tome el control para canalizar rápidamente la ayuda.
"Quiero expresar mi preocupación por la situación de los menores de edad de la comunidad Shipiba. Hay más de 600 niños en situación complicada. Queremos que Indeci tome el control de Cantagallo y cuidar la salud de los niños", dijo al dominical Cuarto Poder esta noche.
Aseguró que su gestión ha recibido apoyo de diferentes organizaciones y personas, pero que la acción es limitada. Por eso ha pedido "una actuación fuerte del Estado" para atender a todos los niños que sufren principalmente de enfermedades alérgicas y respiratorias luego del siniestro del pasado viernes.
La versión de Augusto Rey. Por otro lado, el regidor opositor Augusto Rey ha desmentido al alcalde Luis Castañeda, quien negó haber vendido el terreno donde iba a ser reubicada la comunidad shipiba como parte del proyecto Río Verde.
"En 2013 se constituye un fideicomiso (un dinero a una obra específica) para el proyecto Río Verde. Tenía un fin claro que era reubicar a la comunidad shipiba. Lo que hace Castañeda en 2015 es desconocer el fin específico de este proyecto y decide anular el proyecto. Decide no seguir con la reubicación de la gente de Cantagallo y utiliza el dinero para hacer un bypass (de 28 de julio)", explicó.
Según Rey, las 200 familias querían reubicarse, incluso aseguró que fueron ellos quienes en 2014 eligieron el terreno en Campoy, donde se reasentarían tras salir del Rímac (la zona del incendio).
"El 5 de marzo de 2015, el alcalde de Lima toma la decisión de vender el terreno en San Juan de Lurigancho donde iban a ser reubicados los shipibos. Quien vendió ilusiones fue Castañeda al engañar a la población".
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