Encantador distrito ancashino, de la provincia de Pallasca, que se caracteriza por tener sol todo el año, se prepara para celebrar su fiesta patronal.
Mes de agosto, mes de Santa Rosa, tiempo en que se conmemora su paso por la tierra. Y qué mejor que recordarla con alegría, y para hacerlo una opción es visitar una tierra enigmática que lleva su nombre, y que tiene como uno de sus principales atractivos la Piedra Yamaruma o Piedra Sapo.
Tierra que según cuenta la leyenda esta enclavada en lo que antes fue una enorme laguna, que por esas cosas del destino se secó para dar espacio al hombre, y la mejor muestra de esa versión es la Piedra del Sapo.
La tradición cuenta que, efectivamente, un sapo intentó escapar por una empinada ladera y quedó petrificado para en el futuro servir de sustento a las narraciones de un sabio que luce canas y muestra orgullosos sus arrugas, mientras cuenta la historia de la Piedra Yamaruma o Gigante Sapo de Piedra .
Y estamos hablando del distrito de Santa Rosa, ubicado en la provincia de Pallasca Áncash, que cada 20 de agosto, miles de pobladores celebran de manera peculiar su fiesta patronal en honor a la santa patrona, que tiene como día central el 30 de este mes.
Fechas donde se entremezclan los olores de la sierra y la costa, la patasca, el estofado de carnero y el tradicional rachi rachi (que es un sancochado a base de vísceras de carnero) delicioso como ningún otro potaje.
Gastronomía que se entremezcla con el jolgorio de miles de fieles que en estas fechas se rinden ante su Santa Patrona, cuya imagen recorre entre hombros calles de adobe y balcones de los pueblos que guarda en su regazo.
En la fiesta también es peculiar la pelea de toros que se contrasta con la lucha entre carneros, animales que en el ruedo demuestran su fortaleza, perseverancia y fuerza, características que salvaguardando las diferencias han sido heredadas a través del tiempo en sus pobladores.
Esta es Santa Rosa, tierra del dulce de Chiclayo y el rachi rachi, que se hizo famosa con su lema “sol todo el año, amor toda la vida”, y cuya gente los espera a ritmo de banda y provistos de chicha de jora.
Por Manuel Sarango
Lea más noticias de la región Áncash
Comparte esta noticia