Los trastornos alimentarios se pueden prevenir formando niños con buena autoestima, enseñándoles a manejar y aceptar un no como respuesta.
Las conductas restrictivas como dominar qué come el paciente con trastorno alimentario, cuánto come, le da una sensación de control de sentir que tiene el dominio, creyendo que de esta manera puede manejar el problema. El autolastimarse está relacionado con la baja autoestima al no quererse.
Lo mismo ocurre al inducir el vómito, al no poder manejar los problemas en el mundo real, estas personas tratan de manejar sus ingestas, sus conductas y sienten satisfacción explicó a Salud en RPP el psicólogo Oswaldo Hijar.
Sostuvo que ante una predisposición genética existen desencadenantes familiares o el entorno social que generan condiciones para desarrollar la enfermedad.
Los padres, desde que los niños son pequeños, deben manejar un discurso que fortalezca la autoestima. No se deben dar mensajes a los niños de elogio frente al aspecto físico o estilo, sino elogios a los logros, a los valores y a su forma de ser.
Los trastornos alimentarios se pueden prevenir formando niños con buena autoestima, enseñándoles a manejar y aceptar un no como respuesta.
Los padres no deben perder el sentido de autoridad frente a los hijos, recordar los roles que tienen cada uno de los miembros de la familia. Deben dar a conocer con claridad los límites de la conducta recomendó el especialista.
SU TEMOR A CRECER Y SU INSEGURIDAD LO LLEVARON A LA ANOREXIA CON CONDUCTAS DESTRUCTIVAS
La historia de Diego comenzó a los 19 años, su autoestima estaba debilitada, tenía miedo a crecer y temor a no ser aprobado, su inseguridad en general lo llevó a optar por dietas estrictas y a realizar ejercicios en exceso que luego se convirtieron en una obsesión.
Diego engañaba diciendo que era vegetariano, muchas veces iba a la universidad y antes de entrar a clases se miraba ante el espejo y al verse mal se regresaba a su casa.
Él se sentía feo, deforme, no se quería y se autolastimaba. Los comentarios de los amigos y el no saber cómo manejar los problemas lo empujó a caer en la anorexia.
Cuenta que mentía constantemente y manipulaba para ocultar su enfermedad, aun cuando necesitaba ayuda, y le daba cólera porque sus padres se acercaban a ayudarlo.
Afirma que las personas que padecen de trastornos alimentarios saben que algo anda mal y deben pedir ayuda porque sí se puede curar. Por ello después de pasar por todo lo que contó a Salud en RPP reconoció su problema y aceptó la ayuda de sus padres y de los especialistas.
Hoy Diego con 26 años de edad y seis años de tratamiento confesó que sin ayuda profesional no habría podido resolver su problema. “Los pacientes no se curan solos, requieren tratamiento y ayuda” finalizó.
Invitados:
Licenciado Oswaldo Hijar – psicólogo de Abint
Diego Sánchez – paciente diagnosticado con anorexia
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Conducción: doctor Juan Carlos Benites, internista, doctor Jorge Abel Salinas, pediatra y Licenciada Sara Abu - Sabbah, nutricionista.
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Integrantes del programa: Doctor Elmer Huerta, oncólogo, Past - President de la Sociedad Americana del Cáncer y Dr. Aníbal Anticona, pediatra e investigador.
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Producción: Betty Elías Corani
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