La directora ejecutiva de Higiene Alimentaria y Zoonosis de Digesa dio a conocer las recomendaciones al memento de comprar un turrón para evitar problemas de salud como alergias, hepatitis A o tifoidea.
Voceros de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), recomendaron a la población ser cuidadosos en la adquisición de los clásicos turronesque por tradición se consumen en el mes de octubre, para evitar problemas de salud como alergias, hepatitis A o tifoidea.
Milagros Bailetti, directora ejecutiva de Higiene Alimentaria y Zoonosis de Digesa, enfatizó en la importancia de verificar la información que aparece en el empaque como la fecha de vencimiento y el registro sanitario.
"Además, el envase debe estar íntegro, sin daños ni magulladuras, a fin de evitar el ingreso de contaminantes ni agentes externos", anotó la funcionaria.
Sostuvo también que al momento de la exposición, el producto debe estar protegido dentro de una vitrina para evitar el contacto con el polvo, moscas u otros insectos.
La especialista sugirió a la población evitar comprar turrones sin registro sanitario ya que "existen comerciantes inescrupulosos que ante la alta demanda del tradicional postre limeño ofrecen productos elaborados en malas condiciones que pueden traer graves problemas para la salud como alergias, hepatitis A o tifoidea".
Por otro lado, precisó que en caso de que la venta sea a granel, los manipuladores deben usar un gorro que cubra todo el cabello, mascarilla, guantes y utensilios limpios.
"La persona responsable de recibir dinero en ningún caso debe manipular el turrón, porque puede contaminarlo", concluyó.
Cabe resaltar que el mes de octubre se caracteriza por un mayor consumo de los tradicionales turrones, costumbre relacionada a las celebraciones del Señor de los Milagros.
ANDINA
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