El sumo pontífice dijo que los disidentes hacen una presión desesperada de hacer algo para cambiar a la Iglesia.
El papa Benedicto XVI criticó a los sacerdotes que han cuestionado las enseñanzas de la Iglesia sobre el celibato destacando que son egoístas al desobedecer su autoridad.
El sumo pontífice hizo esta crítica durante su homilía de Jueves Santo, cuando los sacerdotes renovaron las promesas de pobreza, castidad y obediencia y Benedicto XVI bendijo el Óleo de los catecúmenos, el de los enfermos y el crisma (aceite y bálsamos mezclados), que le fueron presentados en tres grandes jarras de plata.
Benedicto dijo que los disidentes afirman estar motivados por la preocupación por la Iglesia. Pero insinuó que en realidad solo hacían "una presión desesperada de hacer algo para cambiar a la Iglesia siguiendo sus propias preferencias e ideas".
El papa se trasladará esta tarde de Jueves Santo a la basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, para celebrar la misa de la Última Cena, en la que tradicionalmente lava los pies a doce presbíteros.
Comparte esta noticia