Los datos oficiales apuntan que el número de muertes como consecuencia de dengue en Brasil fue de 132 durante las primeras 12 semanas del año.
Uniformados y con mucho repelente, cincuenta soldados del Ejército patrullan por la mayor ciudad del Brasil para combatir al enemigo: el mosquito del dengue, responsable de enfermar a 460.500 personas en lo que va de año en el país.
La presencia de los soldados y cabos, emparejados con un agente sanitario cada uno, sirve para infundir confianza a la población durante las tareas de vigilancia y concienciación que el gobierno del municipio de Sao Paulo lleva a cabo para combatir la epidemia.
"La alcaldía nos convocó porque no todas las personas abrían las puertas de su casa a los agentes de salud", explicó a Efe el coronel Ricardo Carmona, portavoz del Ejército, cuya acción se alargará un mes.
El ayuntamiento paulista pidió ayuda al Ejército para eliminar los criaderos del Aedes aegypti, el mosquito que transmite la enfermedad, ante el aumento de casos en la región metropolitana más poblada de Brasil, que pasaron de 3.183 en el primer trimestre de 2014 a 8.063 en el mismo período de 2015, según datos del Ministerio de Salud.
Con mapa en mano, militar y agente visitan viviendas inspeccionando que no haya agua estancada, aniquilando las larvas e informando a los moradores sobre las medidas que deben tomar para evitar los focos del insecto.
El procedimiento realizado por el comando del sudeste del Ejército brasileño incluye la distribución de información oficial sobre higiene hogareña.
Los agentes de salud y los soldados verifican las instalaciones de cara a evitar la formación de criaderos, aunque su acción es rápida y apunta más a crear conciencia entre el vecindario.
Comienzan por el barrio de Limao, en la zona norte de la ciudad, una de las más afectadas por la epidemia y en la que, nada más empezar la ronda, encuentran a un vecino con dengue y a otra residente que, sin saberlo, tenía un criadero del mosquito en el jardín.
"Cualquier recipiente que la persona tenga en casa que acumule agua limpia y parada puede ser un criadero de mosquitos", explicó a Efe el coordinador del Programa de Control del Dengue de la alcaldía, Alessandro Giancola.
Por eso, concluyó, "es importante eliminar ese agua por lo menos tres veces a la semana".
Los datos oficiales apuntan que el número de muertes como consecuencia de dengue en Brasil fue de 132 durante las primeras 12 semanas del año, con un aumento del 29 % en relación al mismo periodo de 2014 (102 muertes).
A pesar del aumento respecto de 2014, las cifras de este año son más optimistas que las registradas en 2013, cuando se detectaron 730.800 casos, un 37 % más que en los primeros tres meses de 2015.
EFE
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