La rebelión fue por una disputa entre grupos de delincuentes rivales como consecuencia de la muerte de dos cabecillas.
Un motín iniciado el domingo en una cárcel del estado brasileño de Bahía terminó ayer con un saldo de nueve presos muertos, cuatro heridos y la liberación de unas setenta personas que permanecían como rehenes, según informaron hoy las autoridades.
La dirección del penal anunció que los presos amotinados y una comisión integrada por concejales y representantes de organizaciones de derechos humanos llegaron a un acuerdo para la liberación gradual de los rehenes y permitir el ingreso de policías que llevaron a los detenidos a sus celdas y realizaron requisas.
La rebelión en el Pabellón 10 del Presidio Regional de Feira de Santana, municipio situado a unos 117 kilómetros de Salvador, la capital regional, se inició el domingo cuando un grupo de detenidos impidió la salida de un grupo de familiares de presos, incluidos mujeres y niños, que estaban de visita.
Ocho presos murieron en la cárcel, uno de ellos decapitado, y el noveno falleció la tarde del lunes a raíz de sus heridas, horas después del final del motín, en un hospital de Feira de Santana.
Los otro cuatro heridos, todos presidiarios, fueron liberados desde el mismo domingo y llevados a un hospital de la ciudad y ya han recibido el alta.
El director del presidio, Clériston Leite, informó de que la rebelión fue por una disputa entre grupos de delincuentes rivales como consecuencia de la muerte de dos cabecillas.
Las autoridades competentes iniciaron ya las investigaciones sobre lo ocurrido en el Presidio Regional de Feira de Santana, que 1.467 presos, aunque su capacidad es de 644, según los datos de la Secretaría de Administración Penitenciaria de Bahía (noreste).
El hacinamiento en las cárceles brasileñas ha sido uno de los factores apuntados por organizaciones internacionales como el principal motivo de los frecuentes motines.
EFE
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