Cadetes implicados en misterioso crimen en cuartel Hoyos Rubio

Un misterio doble asesinato ensombrece al cuartel general Rafael Hoyos Rubio, en el distrito del Rímac, donde el pasado 25 de septiembre se hallaron los cuerpos de dos personas, que previamente fueron torturadas y asesinadas a sangre fría.

Se trata de Joaquín Chávez Toledo (50), quien se dedicaba a la venta y reparo de autopartes de vehículos en La Victoria.  Ese fatídico 25 de septiembre, él y su ayudante Aleman De La Cruz (26) fueron vistos reparando una camioneta, a la que luego se subieron y posteriormente nunca más se les volvió a ver, informó el programa Cuarto Poder.

Al día siguiente, dos recicladores hallaron los cuerpos de Joaquín y Aleman en las instalaciones del fuerte militar.

Familiares de Joaquín Chávez refieren que le metieron un balazo en la cabeza, lo torturaron y al parecer lo intentaron incinerar porque su cuerpo presentaba quemaduras.

Pero, qué hicieron estas personas para morir a sangre fría y luego aparecer en el cuartel del Ejército.

Tras una ardua investigación, la Policía dio con la placa de rodaje del vehículo de los supuestos autores del asesinato y los datos que consiguieron son los siguientes. La camioneta pertenecía a Marco Gonzalo Rivera Palomino (20), cadete de la Escuela Militar de Chorrillos y tiene experiencia en el uso de armas de fuego e incluso es más de una ocasión realizó prácticas de tiro en el cuartel Hoyos Rubio, precisamente el lugar donde fueron halladas las víctimas.

Asimismo, se sabe que es hijo del general de la Policía en situación de retiro, Percy Rivera Paiva.

Por su parte, el acompañante de Rivera, es José Ruiz García (20), también cadete de la Escuela Militar de Chorrillos.  .

Según la manifestación policial de los cadetes implicados, el pasado 25 de septiembre chocaron su camioneta y contrataron a Joaquín y a Aleman para que haga el trabajo de reparación, pero como no les alcanzó el dinero los llevaron hasta el cajero automático, ubicado entre las avenidas Petit Thouars y 28 de Julio, en el Cercado de Lima.  Luego refieren que dejaron a los dos hombres en ese lugar y posteriormente se retiraron hasta sus casas en el distrito de Surco.

Sin embargo, reportes de llamadas de sus celulares los desmienten, ya que según indican, ese 25 de septiembre, ambos muchachos iban en dirección contraria a Surco y se trasladaban por el Rímac, muy cerca del fuerte militar.

Cuando la Policía les preguntó por eso a los muchachos, ambos no supieron cómo explicar los hechos.

Personal del Ejército no quiso responder sobre este caso y prefirió guardar absoluto silencio.  En tanto,  familiares de las víctimas exigen justicia por este extraño crimen.