La muestra rinde homenaje al cine español a través de la figura de Luis Buñuel. Al acto están invitados numerosos actores y miembros de la industria del cine de ese país.
España no está este año en la sección oficial de Cannes, pero hoy la cinematografía española estuvo muy presente en un acto con el que Francia compensaba, en cierta forma, esa ausencia y en el que Pedro Almodóvar homenajeó a Luis Buñuel.
Cuarenta años después, el maestro de Calanda (Teruel) ha vuelto a Cannes con "Tristana", y lo ha hecho de mano de su protagonista, Catherine Deneuve, y de una amplia delegación del cine español, encabezada por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, por el realizador español más admirado en Francia, Almodóvar, y por el presidente de la Academia del Cine, Alex de la Iglesia.
Pero no estaban ellos solos. Bajo los aplausos del público presente en la sala, un numeroso grupo de directores y actores españoles recibió un homenaje de Francia, representada por su ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand.
Entre ellos, los cineastas Fernando Trueba, Isabel Coixet y Bigas Luna; las actrices Marisa Paredes, Rossy de Palma, Pilar López de Ayala, Bárbara Goenaga y Elsa Pataky, y los actores Imanol Arias y Óscar Jaenada. Además del responsable del Centro Buñuel de Calanda, Javier Espada.
La exhibición de una copia restaurada de "Tristana" era el elemento perfecto para centrar este homenaje con el que Mitterrand ha querido "honrar la magnífica cultura española y las relaciones entre Francia y España".
Unas relaciones que destacó en su intervención González-Sinde, quien personificó sus lazos con Francia en la figura de Alain Delon, cuya aparición anoche en el restaurante en el que cenaba le hizo olvidar los problemas y recordar la historia del cine Europeo, todo de un golpe. "Sé que nos queda la cultura" añadió.
González-Sinde evocó la genialidad de Buñuel, quien "hizo películas en circunstancias muy difíciles" y recordó que la cinta "Los olvidados", con la que ganó la Palma de Oro, la rodó en sólo 17 días.
También Almodóvar, encargado de realizar la introducción de "Tristana", se refirió a los estrechos vínculos entre España y Francia.
El cineasta manchego recordó que Buñuel, como tantos otros artistas, encontró asilo, casa y protección en Francia y él mismo, ya en plena democracia, ha encontrado allí un gran apoyo para su carrera.
Una breve presentación que, en palabras de Almodóvar, seguro que a Luis Buñuel le hubiera gustado que hiciera otro.
"No creo que a Luis Buñuel en vida le hubiera hecho gracia que yo hiciera la presentación de "Tristana". Pero como está muerto, me tomo el atrevimiento", afirmó Almodóvar entre risas, las suyas y las de los asistentes.
Porque si algo caracterizó hoy el homenaje a España fueron las risas, las bromas, las carreras y la lluvia, que pilló a toda la delegación cuando, antes de la proyección, posaba con más bien poca disciplina ante los fotógrafos.
Gritos a Almodóvar, a Deneuve y a Pataky se repitieron desde la tribuna de los fotógrafos, que una vez disuelto el grupo para la foto general, trataban de tener imágenes individuales de algunos de los protagonistas.
Los periodistas se cruzaban, mientras Catherine Deneuve interpretaba a la perfección su papel de diva, vestida de negro y fumando.
Tan sólo una sonrisa al ser preguntada por sus sentimientos al volver a Cannes con "Tristana" y una frase: "otra vez y siempre, porque hay filmes eternos".
Una película que Almodóvar reconoció que no es una de las obras maestras de Buñuel pero que es "maravillosa para celebrar su filmografía" y que es un ejemplo muy adecuado para celebrar la relación entre España y Francia en lo que al cine se refiere.
Porque, a pesar de que España no esté representada este año en Cannes -tan sólo Oliver Laxe con "Todos vós sodes capitáns", en la Quincena de Realizadores-, Almodóvar afirmó: "en Francia estamos presentes".
Una idea que se repitió entre los asistentes, con un lamento general por no estar en Cannes este año y un deseo ferviente de que en la próxima edición las cosas cambien.
El presidente de la Academia del cine español consideró este homenaje de Cannes "un honor y un orgullo sin precedentes".
"Estamos empezando a hacerlo bien", afirmó Alex de la Iglesia, que, al ser preguntado cómo había podido reunir a un grupo tan numeroso del cine español afirmó: "ya tenemos callo a la hora de conseguir reunir gente en lugares difíciles".
Además de compartir el deseo de estar en Cannes el año próximo. ¿Con una película suya?: "Me parecería maravilloso, si me dejan mis productores".
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EFE
Cuarenta años después, el maestro de Calanda (Teruel) ha vuelto a Cannes con "Tristana", y lo ha hecho de mano de su protagonista, Catherine Deneuve, y de una amplia delegación del cine español, encabezada por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, por el realizador español más admirado en Francia, Almodóvar, y por el presidente de la Academia del Cine, Alex de la Iglesia.
Pero no estaban ellos solos. Bajo los aplausos del público presente en la sala, un numeroso grupo de directores y actores españoles recibió un homenaje de Francia, representada por su ministro de Cultura, Frédéric Mitterrand.
Entre ellos, los cineastas Fernando Trueba, Isabel Coixet y Bigas Luna; las actrices Marisa Paredes, Rossy de Palma, Pilar López de Ayala, Bárbara Goenaga y Elsa Pataky, y los actores Imanol Arias y Óscar Jaenada. Además del responsable del Centro Buñuel de Calanda, Javier Espada.
La exhibición de una copia restaurada de "Tristana" era el elemento perfecto para centrar este homenaje con el que Mitterrand ha querido "honrar la magnífica cultura española y las relaciones entre Francia y España".
Unas relaciones que destacó en su intervención González-Sinde, quien personificó sus lazos con Francia en la figura de Alain Delon, cuya aparición anoche en el restaurante en el que cenaba le hizo olvidar los problemas y recordar la historia del cine Europeo, todo de un golpe. "Sé que nos queda la cultura" añadió.
González-Sinde evocó la genialidad de Buñuel, quien "hizo películas en circunstancias muy difíciles" y recordó que la cinta "Los olvidados", con la que ganó la Palma de Oro, la rodó en sólo 17 días.
También Almodóvar, encargado de realizar la introducción de "Tristana", se refirió a los estrechos vínculos entre España y Francia.
El cineasta manchego recordó que Buñuel, como tantos otros artistas, encontró asilo, casa y protección en Francia y él mismo, ya en plena democracia, ha encontrado allí un gran apoyo para su carrera.
Una breve presentación que, en palabras de Almodóvar, seguro que a Luis Buñuel le hubiera gustado que hiciera otro.
"No creo que a Luis Buñuel en vida le hubiera hecho gracia que yo hiciera la presentación de "Tristana". Pero como está muerto, me tomo el atrevimiento", afirmó Almodóvar entre risas, las suyas y las de los asistentes.
Porque si algo caracterizó hoy el homenaje a España fueron las risas, las bromas, las carreras y la lluvia, que pilló a toda la delegación cuando, antes de la proyección, posaba con más bien poca disciplina ante los fotógrafos.
Gritos a Almodóvar, a Deneuve y a Pataky se repitieron desde la tribuna de los fotógrafos, que una vez disuelto el grupo para la foto general, trataban de tener imágenes individuales de algunos de los protagonistas.
Los periodistas se cruzaban, mientras Catherine Deneuve interpretaba a la perfección su papel de diva, vestida de negro y fumando.
Tan sólo una sonrisa al ser preguntada por sus sentimientos al volver a Cannes con "Tristana" y una frase: "otra vez y siempre, porque hay filmes eternos".
Una película que Almodóvar reconoció que no es una de las obras maestras de Buñuel pero que es "maravillosa para celebrar su filmografía" y que es un ejemplo muy adecuado para celebrar la relación entre España y Francia en lo que al cine se refiere.
Porque, a pesar de que España no esté representada este año en Cannes -tan sólo Oliver Laxe con "Todos vós sodes capitáns", en la Quincena de Realizadores-, Almodóvar afirmó: "en Francia estamos presentes".
Una idea que se repitió entre los asistentes, con un lamento general por no estar en Cannes este año y un deseo ferviente de que en la próxima edición las cosas cambien.
El presidente de la Academia del cine español consideró este homenaje de Cannes "un honor y un orgullo sin precedentes".
"Estamos empezando a hacerlo bien", afirmó Alex de la Iglesia, que, al ser preguntado cómo había podido reunir a un grupo tan numeroso del cine español afirmó: "ya tenemos callo a la hora de conseguir reunir gente en lugares difíciles".
Además de compartir el deseo de estar en Cannes el año próximo. ¿Con una película suya?: "Me parecería maravilloso, si me dejan mis productores".
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EFE
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