El Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, explicó en RPP Noticias que con la muerte de Jesús, para salvarnos del pecado, el dolor adquirió un sentido y se convierte en la máxima expresión del amor.
“Contempla el crucifijo, contempla a un Dios que en ese momento está caminando con clavos, humillado, maltratado, insultado. Pasó por todo esto para librarnos del pecado. Por eso, este Viernes Santo creo que es una ocasión estupenda para que cada uno se mire un poco en ese espejo de la Cruz”, expresó el cardenal Juan Luis Cipriani.
Recordó en el programa especial por Viernes Santo de RPP Noticias que, en esta fecha, de manera especial, el corazón de los cristianos se ilumina, ya que el sacrificio del Hijo de Dios fue para librarnos del pecado.
“El Viernes Santo al mostrarte a Jesús, al hacerte pasar por esas Siete Palabras, al hacerte pasar por ese camino a la cruz, dice: mira, contempla, no huyas, ten el coraje de acompañar ese dolor de Jesús y de ponerte frente a Él para pedirle perdón”, afirmó.
El Arzobispo de Lima explicó que con la muerte de Jesús, para salvarnos del pecado, el dolor adquirió un sentido y se convierte en la máxima expresión del amor.
“¿No dan a luz las mujeres con dolor?, ¿cuando tu hijo está enfermo no duele?, ¿Cuándo muere la madre no se te rompe el corazón?”, preguntó al indicar que “el amor y el dolor son santísimos”.
“Se ha hecho un cambio en la historia, a partir de ese momento el dolor y el amor se han convertido en caras de una misma moneda y esto el mundo lo tiene que comprender hoy. El dolor y el amor te salvan y te ayudan”, agregó.
Por su parte, el Padre José Chuquillanqui, párroco de El Espíritu Santo de Manchay, mencionó que en Viernes Santo, de manera especial, contemplamos el amor misericordioso y generoso de Dios, que nos anima a comprometernos con el prójimo.
“Yo invitaría a que al final de nuestra existencia podamos decir como Jesús: Todo está consumado. Es decir, que hemos hecho lo mejor a pesar de todo. Y que nunca perdamos esa visión de poder decirle al Señor: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Que tengamos esa confianza plena en el amor de Dios”, instó a los fieles.
En otro momento, el cardenal Cipriani manifestó que en lugares como Manchay o El Agustino son un ejemplo de la fe de nuestro pueblo, ya que existen personas con muchas necesidades y carencias, pero que tienen un corazón de oro y un agradecimiento a Dios, lo cual les permite disfrutar de la verdadera riqueza de tener al Señor en sus corazones y como centro de sus vidas.
Comentó también que en estos tiempos de campañas electorales los candidatos sólo buscan resolver problemas materiales y efímeros, incluso con engaños; pero no buscan un cambio en el corazón que les permitirá acercarse más al prójimo y a Dios.
“Si no hay un cambio en el corazón, difícilmente va haber un cambio en el pensamiento; si no cambiamos el pensamiento y si no ponemos en primer lugar el amor al prójimo, el amor a Dios, el ayudar a los demás, la verdad frente a la mentira y el amor frente al odio, hacemos a un lado a Cristo”, prosiguió.
Finalmente, animó a los fieles a no descalificarse ni a sentirse menos, ya que Dios nos considera a todos dentro de sus planes, seamos quien seamos, incluso si hemos tenido dificultades graves en la vida.
“Recen y pídanle a Jesús: te necesito mucho, solo no hago nada, solo te vuelvo a crucificar, solo me lleno de soberbia. Hermanos, solos no podemos nada. Pídanle a Jesús su perdón, su amistad, su cercanía y díganle: Sí te necesito Jesús, no dejes de mirarme”, concluyó.
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