La bandera confederada fue retirada el pasado 10 de julio del Capitolio de Columbia, capital de Carolina del Sur, tras más de medio siglo ondeando como símbolo de segregación y esclavitud.
Miembros del Ku Klux Klan, que proclama la supremacía blanca, y del grupo radical a favor de la población negra New Black Panther Party coincidieron en dos marchas en Columbia, Carolina del Sur (EEUU), una semana después de que la bandera confederada fuera removida del recinto legislativo estatal.
La bandera confederada fue retirada el pasado 10 de julio del Capitolio de Columbia, capital de Carolina del Sur, tras más de medio siglo ondeando como símbolo del pasado, aún no completamente digerido, de segregación y esclavitud en el sur de Estados Unidos.
Decenas de miembros de los "Caballeros Leales Blancos", una facción del Ku Klux Klan, realizaron una manifestación para rechazar la remoción de esta polémica bandera, símbolo durante la Guerra Civil (1861-1865) de los estados del sur que defendían la esclavitud.
Ondeando enseñas confederadas, algunas de ellas con el símbolo nazi incrustado, algunos integrantes del KKK gritaron insultos a personas negras que pasaban por el lugar y que horas antes realizaron una vigilia en las cercanías del Capitolio para celebrar la retirada de la bandera confederada.
La tensión que propició la cercanía de ambos grupos motivó que las autoridades redoblaran la presencia de agentes con chalecos antibalas y cascos.
Las marchas se programaron poco después de que la gobernadora estatal, Nikki Haley, firmara una norma aprobada por el Congreso estatal que autorizó la retirada de esa bandera de los recintos del legislativo estatal.
La enseña se convirtió en motivo de polémica a raíz del tiroteo ocurrido en la ciudad de Charleston, en el norte del estado, el 17 de junio pasado y en el que el autor de los disparos, Dylann Roof, asesinó a nueve personas al interior de una iglesia de una comunidad negra.
Roof, cuyo objetivo era desatar una "guerra racial" según declaró, apareció luego en algunas fotografías junto a la bandera confederada, lo que disparó el debate nacional sobre este símbolo.
"La fuerza y la gracia del pueblo de Carolina del Sur demostrada las últimas tres semanas ha inspirado a nuestra familia, nuestros vecinos y el mundo entero", señaló en un comunicado la gobernadora Haley, en el que pidió a la población evitar los alrededores de la sede legislativa en esta jornada.
"Esperamos que los residentes se mantengan alejado de los grupos disruptivos del Ku Klux Klan, y en vez de promocionar la separación, nos mantengamos unidos como el pueblo que somos", afirmó.
El alcalde de Columbia, Steve Benjamin, también emitió un mensaje en el que instó a los residentes a evitar participar en las marchas.
EFE
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