El joven indicó que, la noche en que se produjo el crimen, su hermana y él se encontraban en el segundo piso descansando.
Ariel Bracamonte declara como testigo en nueva audiencia por el caso del asesinato de su madre, la empresaria Myriam Fefer, ocurrido el 15 de agosto de 2006.
El Colegiado “B” de la Segunda Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte de Lima citó a Ariel Bracamonte de grado o fuerza para dicha diligencia.
El joven indicó que, la noche en que se produjo el crimen, su hermana y él se encontraban en el segundo piso descansando.
Precisó que el mayordomo de la casa, Simón Huarcaya, fue quien les informó que su madre se encontraba mal.
Ambos descendieron a la habitación de la empresaria, que se ubicaba en el primer piso. Y al ingresar, vieron que estaba echada boca a bajo.
Ariel Bracamonte refirió que le pidió a su hermana Eva Bracamonte que llamara a una ambulancia, mientras que él le daba los primeros auxilios.
No obstante, añadió que ella no hizo absolutamente nada para auxiliar a su madre.
En su declaración como testigo, también relató que su madre consideraba a su hermana como fría, egoísta y maquiavélica.
Además, anotó que ambas tenían desavenencias por la relación sentimental que tenía Eva con Liliana Castro.
En otro momento, mencionó que le solicitó a la joven que lo ayudara a esclarecer el crimen de la empresaria, pero no lo hizo. Peor aún, trato, precisó Ariel, de evadir y obstruir la investigación.
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