Una exprisionera de la dictadura de Augusto Pinochet, ratificó su participación en la primera querella por violencia política sexual durante el régimen militar chileno.
Nieves Ayress Moreno, una exprisionera de la dictadura de Augusto Pinochet, ratificó su participación en la primera querella por violencia política sexual durante el régimen militar chileno, 40 años después de cometidos los delitos.
"Vamos por buen camino", dijo a Efe Alejandra Holzapfel, otra de las víctimas que, junto con Ayress Moreno y otras dos compañeras, presentó la querella por las vejaciones sexuales cometidas en centros de detención conocidos como Venda Sexy, Londres 38, Tejas Verdes y Villa Grimaldi entre 1973 y 1990.
Con esta tramitación, las cuatro querellantes, Alejandra Holzapfel, Nieves Ayress, Soledad Castillo y Nora Brito, dejan en manos de la magistratura chilena la decisión de acoger la querella que podría presentar el primer precedente de castigo a los delitos por uso de violencia político sexual en el país austral.
Estos crímenes aún no están tipificados en el Código Penal de Chile bajo el concepto de tortura sino bajo la calificación de "apremios ilegítimos", motivo por el cual muchos criminales han logrado eludir a la Justicia.
"La violencia política sexual y la tortura son dos crímenes diferentes, por lo que queremos que en este país se incorporen estos delitos al código penal y los responsables puedan ser castigado", sostuvo Holzapfel.
La presentación de esta querella se produjo justo después de que el presidente de la Corte Suprema de Chile, Sergio Muñoz, indicara durante un encuentro sobre esta materia que la Justicia chilena está "al debe" ante los casos de tortura registrados durante la dictadura de Pinochet y señalara que la Justicia debe investigar los delitos de connotación sexual ocurridos en la época.
Estas palabras fueron muy bien recibidas por Holzapfel, para quien manifestaciones como estas demuestran que sus demandas "quizás hayan sido escuchadas".
"Nuestro objetivo es que los jóvenes que hoy día salgan a manifestarse no sean objeto de violencia política sexual", manifestó Holzapfel, quien está convencida de que las evidencias apuntan que sus causas van "por buen camino".
Después de su ratificación, Ayress Moreno acudirá mañana al Instituto Médico Legal para que le realicen estudios psiquiátricos y clínicos que determinarán el daño que los delitos causaron a la víctima.
Ayress Moreno impulsó junto a su madre acusaciones en Chile y en diversas tribunas internacionales, donde denunció la aplicación de la violencia política sexual que sufrían particularmente las mujeres en los campos de secuestro y tortura de Pinochet.
Durante los últimos años, Ayress Moreno ha residido en Nueva York y se ha abocado a la lucha por la defensa de los derechos de las minorías raciales, sexuales, sociales y étnicas.
EFE
Comparte esta noticia