El expresidente Christian Wulff está siendo investigado por la fiscalía por haber recibido favores económicos de un empresario cuando era primer ministro de Baja Sajonia.
El expresidente de Alemania, Christian Wulff, quien renunció el mes pasado por un escándalo de corrupción, decidió enclaustrase en un monasterio, según publica el totativo "Bild am Sonntag".
Wulff decidió cambiar de vida durante una temporada y solo interrumpió su refugio el pasado jueves, para asistir a su despedida oficial con honores militares.
El expresidente, de 52 años, aprovechó su reclusión para someterse a un chequeo médico, ya que sufrió un cólico nefrítico, señala El Mundo en su portal de internet.
El semanario "Der Spiegel" asegura, por otra parte, que la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido conservador de la canciller Angela Merkel, quiere que el Estado deje de costear los gastos de la oficina y el coche oficiales de Wulff.
El expresidente está siendo investigado por la fiscalía por haber recibido favores económicos de un empresario cuando era primer ministro de Baja Sajonia.
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