Indicó que el mundo está pidiendo a gritos la presencia de Dios y la pide de manera rara con violencia.
El cardenal Juan Luis Cipriani instó hoy a los feligreses peruanos a no permitir que la soberbia y la flojera cierren las puertas de sus corazones al amor de Cristo.
Anotó que el mundo está pidiendo a gritos la presencia de Dios y la pide de manera muy rara con violencia, con abusos, revueltas, quiebras y falsas economías.
“Pero (con todo esto) el mundo está diciendo: Señor, no tardes, no nos abandones”, sostuvo el arzobispo de Lima durante la homilía pronunciada en la Misa de Domingo de Ramos, en la Basílica Catedral.
Remarcó que Dios nunca dijo que no hay dificultades en la vida sino que nos ofrece la forma de afrontar esos problemas, en el trabajo, en la familia y en la conducta personal.
Exhortó a los peruanos a que en esta Semana Santa se detengan a contemplar la realidad de los demás y no solo se dediquen a ser felices solos sino a ser también portadores de felicidad “iluminados por la muerte de Cristo”.
“En estos días de Semana Santa, contemplemos la pasión de Cristo que es fuente de alegría, agradecimiento y de adoración”, recalcó Cipriani, durante el oficio religioso.
Previo al oficio religioso, el cardenal encabezó la bendición de las palmas de olivo en la parroquia El sagrario, símbolo del ingreso triunfal de Jesucristo a Jerusalén.
Andina
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