Eastwood da vida a un amargado veterano de guerra, Walt Kowalski, obligado a encarar sus propios prejuicios raciales.
El actor y cineasta Clint Eastwood, de 78 años, sostiene que la edad no es impedimento para superar los prejuicios, una convicción personal que coincide con el planteamiento de su último trabajo, Gran Torino, que llegará a las pantallas europeas este mes.
"Me gustó el mensaje del filme: Nunca se es demasiado mayor para vencer a los prejuicios", afirma el director en una entrevista que publicó hoy la revista alemana TV Movie.
En la cinta, que ya ha sido éxito de taquilla en Estados Unidos, Eastwood da vida a un amargado veterano de guerra, Walt Kowalski, obligado a encarar sus propios prejuicios raciales.
El cineasta, que se había propuesto poner fin a su carrera interpretativa y concentrarse en su trabajo tras la cámara, decidió interpretar a Kowalski, "porque simplemente no pude decir que no".
"Anteriormente hice películas que a veces sólo eran entretenidas. Y después me sentía siempre vacío", señala.
Ahora, a los 78 años, considera que está viviendo la mejor etapa de su vida. "Sólo hago aquello que me apetece y adoro a mi mujer y a mi familia. Nunca me he sentido tan a gusto", sostiene.
Para el futuro sólo pide una "larga vida" que aún pueda sorprenderle y de la que pueda aprender mucho. "A ser posible cada día. Cuanto más aprendo, mejor y más vivo me siento", añade.
EFE
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