La infidelidad es una conducta que necesariamente genera emociones encontradas en la persona que la comete, por lo tanto, un buen observador, podrá darse cuenta que al volver a su casa después de la aventura, algo de su conducta cambió.
Por ejemplo puede esta con sentimientos de culpa, hecho que lo vuelve más cariñoso, ofreciendo regalitos, proponiendo viajes futuros que nunca se van a cumplir.
Pero también la conducta sobre su cuerpo y su ropa dejan signos que una buena observadora puede señalar como sospechosos. Por ejemplo procura no cambiarse delante de ella, revisa bien su camisa antes de colocarla en la ropa sucia y donde más cuidado tiene es cuando se quita la ropa interior.
También suele pasar algunos minutos contemplando su rostro, su cuello y su espalda para evitar que existan rasguños de pasión. Muchas veces, terminado el encuentro ilícito, no se tiene la precaución de revisar bien la piel ni percatarse si ha quedado impregnada con un perfume de otro hogar.
Muchas veces los signos aparecen semanas después cuando nunca se desprende de su celular, cuando cambia constantemente la clave del Facebook y cuando para contestar la llamada telefónica se mete al baño.
Muchas mujeres observadoras han encontrado pequeños rasgos de otras compañías en el asiento de copiloto del auto del marido. Algunos cabellos largos, lápiz de cejas o labial que no pertenecen a la pareja.
Estas y otros cambios de conducta analizamos en el programa de hoy.
Invitada: Dra. Patricia Capellino- Psicoterapeuta - especialista en pareja y familia. Directora del centro OYE PAPÁ OYE MAMA
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Era Tabú, de lunes a viernes a partir de las 4.30 de la tarde por RPP Noticias.
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Producción: Claudia Alarco La Cruz
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