Tepco, la operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima (Japón), confirmó el desperfecto, que ha provocado fuertes incrementos en la temperatura en los últimos días.
La operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima, Tepco, confirmó hoy que uno de los termómetros del reactor 2 de la planta está averiado, lo que provocó que en los últimos días registrara fuertes incrementos en la temperatura.
Ese desperfecto, que figura en un informe que Tepco entregó ayer a la Agencia japonesa de Seguridad Nuclear (NISA) sobre la temperatura en la base de la vasija de presión del reactor, se debe a la desconexión de unos cables eléctricos que alimentan el aparato, informó la cadena pública NHK.
En el informe, la operadora certifica que la unidad permanece estable y en estado de parada fría, como se desprende de las lecturas de temperaturas recogidas por el resto de termómetros del reactor y de datos sobre los niveles de radiactividad en el entorno.
El pasado fin de semana Tokyo Electric Power (Tepco) aumentó la cantidad de agua inyectada en el reactor, después de que el termómetro defectuoso marcara una subida importante de la temperatura.
El lunes el aparato averiado llegó a registrar 400 grados centígrados en la base del reactor (cuyo límite recomendable es 80 grados en estado de "parada fría"), aunque al mismo tiempo TEPCO descartó la posibilidad de una fisión nuclear.
Según el análisis realizado por la eléctrica, para que el termómetro alcanzara temperaturas semejantes sería necesario que el 60 por ciento del combustible en el interior del reactor se fundiera y se depositara en la pared donde se encuentra este dispositivo de medición.
Tepcoestudia medidas a largo plazo para instalar otros termómetros en las canalizaciones que inyectan agua a la vasija de contención del reactor a fin de obtener mediciones más fiables, según NHK.
Los reactores 1, 2 y 3 de la central de Fukushima Daiichi sufrieron la fusión de sus núcleos después de que sus sistemas de refrigeración quedaran paralizados por el tsunami que arrasó el noreste nipón el 11 de marzo del año pasado.
Aunque en diciembre el Gobierno confirmó que los reactores están en estado de "parada fría" y las emisiones de radiactividad se han reducido de forma sustancial, aún se mantiene una zona de exclusión en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta.
EFE
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