El StarChase es un cañón de aire instalado en la parte delantera de la patrulla, la misma que dispara balas con GPS que se adhieren a los vehículos perseguidos para que transmita sus coordenadas.
No se trata de ciencia ficción sino de un modelo que permitirá reducir los accidentes ocurridos durante las persecuciones a los vehículos de ladrones en las carreteras de Estados Unidos.
Se trata de balas con un dispositivo GPS, un nuevo sistema diseñado para reducir el peligro que suponen las persecuciones a alta velocidad en carreteras y autopistas, permitiendo a los policías ubicar al fugitivo sin tener que arriesgar sus vidas o las de la población, informa la cadena BBC.
El StarChase es un cañón de aire instalado en la parte delantera de la patrulla, encargada de disparar unas balas con un pequeño dispositivo GPS que se adhieren a los vehículos perseguidos y comienza a transmitir sus coordenadas.
La Policía puede pasar a un modo pasivo de persecución, reduciendo al mismo tiempo la posibilidad de un accidente.
El precio de este dispositivo es 5.000 dólares, mientras que cada bala GPS tiene un valor estimado de 500 dólares.
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