El rodaje comenzó en junio de 2012 en Los Altos, California, justamente en la casa donde Jobs vivió su infancia.
El actor, Ashton Kutcher, se sometió a drásticas acciones con el fin de parecerse lo más posible al genio de la informática Steve Jobs para encarnarlo con propiedad en el filme sobre su vida, que se estrena mañana en Lima.
Para interpretarlo, Kutcher debió perder entre seis y nueve kilos de peso. Y para lograrlo, imitó la dieta a base de frutas de Jobs, lo que le provocó además de la pérdida de kilos deseados, una delicada alteración pancreática que lo llevó al hospital dos días antes de comenzar a grabar la película.
El rodaje comenzó en junio de 2012 en Los Altos, California, justamente en la casa donde Jobs vivió su infancia.
Después de pasar tres días ahí, el equipo de filmación se mudó a Los Ángeles, donde concluyeron su trabajo en veintiocho días.
Originalmente, el título de la cinta sería estilizado como jOBS, imitando la manera con que Apple da nombre a sus productos (escribiendo con minúscula la primera letra i). Sin embargo, esta idea cosechó críticas por alejarse de la estética de diseño cultivada por Steve Jobs.
“Jobs” llega a nuestra cartelera este siete de noviembre, representando una inspiradora aventura cinematográfica que nos revela como solo se necesita de una persona para empezar una revolución.
Andina
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