Los cambios de temperatura y el uso excesivo de aire acondicionado propician infecciones.
Si bien el verano representa los meses más calurosos del año, es también la temporada donde gran cantidad de la población sufre infecciones respiratorias.
Al inicio se presentan como un resfriado común, cuando en realidad se trata de cuadros de faringitis, amigdalitis, bronquitis y otitis, advirtió la Dra. Doris La Chira Angulo, neumóloga del hospital SISOL de La Victoria.
“Hay que saber reconocer las infecciones respiratorias, ya que si es solo un resfriado común, durará de 5 a 7 días y el paciente se recuperará inclusive sin necesidad de antibióticos solo con cuidados básicos como remedios caseros, gárgaras, etc. En cambio, en caso de presentar agitación, frecuencia cardiaca elevada o falta de aire; en los niños más pequeños, tirajes intercostales, labios azulados o uñas moradas, altas temperaturas o vómitos, se debe acudir al establecimiento de salud más cercano y evitar la automedicación”, enfatizó.
En ese sentido, La Chira precisó que los más afectados son aquellos que viven en Lima y en ciudades grandes. “Esto se debe a los cambios bruscos de temperatura por el consumo de bebidas heladas y el uso excesivo de aire acondicionado”, precisó.
De otro lado, detalló que la población más perjudicada son los niños menores de cinco años, seguidos por las personas de la tercera edad y pacientes con enfermedades crónicas con defensas bajas.
¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias?
• Según la especialista, los bebés deben recibir lactancia materna, sobre todo durante los seis primeros meses para reforzar sus defensas y los niños deben cumplir su cronograma de vacunas
• Si hay alguien con una infección respiratoria en casa, de preferencia, debe utilizar mascarilla
• Las habitaciones deben estar siempre bien ventiladas y se deben evitar los lugares cerrados, ya que se contagian a través del aire
• Es vital la alimentación balanceada, rica en frutas y verduras con vitaminas A y C, que es una gran ayuda para evitar este tipo de enfermedades y sobre todo en los adultos mayores para reforzar sus defensas.
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