´Me siento orgulloso de que me hayan sancionado porque yo he entregado mil uniformes a lso bomberos que necesitaban y que estaba guardados en un almacén´, dijo Mario Casaretto en RPP Noticias.
Luego de la ardua tarea que cumplió el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú (CBVP) al sofocar el fuego que arrasó con un edificio, en el distrito de La Victoria, que servía de almacén de neumáticos y otro material altamente inflamable, salió nuevamente a relucir la precariedad con la que trabajan los hombres de rojo.
Sin embargo y aunque parezca insólito, el oficial general del CBVP, Mario Casaretto, ha sido suspendido de su labor administrativa por repartir mil uniformes a sus colegas, pese a que es sabido que cuentan con indumentaria que ya ha cumplido su vida útil.
“Me siento orgulloso de que me hayan sancionado porque yo he entregado mil uniformes a los bomberos que necesitaban y que estaban guardados en un almacén”, afirmó en RPP Noticias.
Narró que "quizá por ignorancia administrativa" firmó el informe 046 que viabilizaba la entrega de 250 uniformes a las cuatro comandancias en Lima Metropolitana.
Contó que se inició un proceso sancionador a partir de la denuncia de un proveedor que perdió una licitación. El proceso se prolongó durante dos años y no hace mucho supo que ha sido suspendido 180 días de sus funciones administrativas.
El bombero comentó que de ser un bombero de a pie, cuando asumen un cargo al interior del CBVP, pasan a ser considerados funcionarios públicos, aunque no cuentan con los mismo derechos de los otros trabajadores del Estado.
"No trabajamos ocho horas ni descansamos sábados, domingos ni feriados. Trabajamos minuto a minuto al servicio de la comunidad", señaló.
Casaretto refirió que en vez de ser un beneficio, el ser considerado como una entidad pública hace que las compras para implementar a los bomberos se hagan más lentas a consecuencias de los engorrosos procesos de licitación.
"Los bomberos deberían ser vistos con otra óptica, porque se perjudican. Lo que recibes es para atender a la comunidad y están en estado de emergencia permanente los 365 días del año", aseveró.
No obstante toda esta situación con altos y bajos, Casaretto, quien a los 14 años supo que su vocación era ser bombero, y ahora ya lleva 40 años ejerciendo esta labor, se mantiene orgulloso de poder servir a los demás.
"A mí me deben de sacar del Cuerpo de Bomberos en posición horizontal, no hay otra forma de que me saquen", manifestó.
Finalmente y como para no perder la costumbre en su labor de vocería, el hombre de rojo pidió una ley que proteja a todos sus colegas de ser despedidos, y que les dé facilidades para poder cumplir con su misión, ya que no hay hora ni fecha programada para que ocurra una emergencia.
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