Pese a esta mejoría, actualmente el religioso, quien fue el primer hospitalizado por nuevo coronavirus en el Perú, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos con pronóstico reservado.
El Seguro Social de Salud (EsSalud) informó que el sacerdote Luis Núñez del Prado, de 47 años, que prestaba servicios pastorales en una parroquia de Villa María del Triunfo, y que fue diagnosticado como uno de los primeros casos de coronavirus en el país, dejó de recibir ventilación mecánica.
Pese a esta mejoría, actualmente el religioso, que laboraba en la parroqua San Gabriel Arcángel, continúa recibiendo atención médica especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por un grupo de médicos del Hospital Edgardo Rebagliati y su pronóstico sigue siendo reservado.
A través de un comunicado, EsSalud informó que los médicos vienen informando de manera permanente sobre el estado salud del paciente. En ese sentido, exhortaron a tomar en cuenta que la única fuente para comunicar sobre la evolución del asegurado son los especialistas a cargo.
El sacerdote de 47 años es el primer paciente diagnosticado con el nuevo coronavirus en el Perú que se encuentra hospitalizado. En las primeras semanas de marzo se informó que su estado era delicado y que era atendido en un área exclusiva habilitada para portadores del COVID-19.
Por aquella época EsSalud informó que presentaba "un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda (neumonía atípica), siendo su condición crítica por sus antecedentes de salud". Sin embargo, semanas después, su situación presentó una leve mejoría.
Cuando se conoció su caso, el padre Omar Sánchez, quien asistió a Núñez del Prado desde que reportó los primeros síntomas, dijo a RPP que el sacerdote no realizó ningún viaje al extranjero en los últimos meses, con lo que descartó que se haya contagiado con la neumonía de Wuham fuera del país.
Sánchez relató que su colega empezó a sentir malestar y acudió con fiebre a una clínica, donde le recetaron inyecciones tras recibir un diagnóstico de amigdalitis. Tras esto regresó a sus actividades en la parroquia de San Gabriel del distrito de Villa María del Triunfo.
Sin embargo, días después, el sacerdote de 47 años fue llevado de regreso a la clínica porque "empezó a sentir que no tenía aire" y luego fue trasladado de emergencia al hospital Edgardo Rebagliati, donde llegó con un cuadro de shock y fue conectado a una máquina de oxígeno.
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