Una madre lamentó no haber podido rescatar sus pertenencias que elementos de mal vivir se llevaban por el río formando cadenas humanas.
Un panorama desolador se vive un día después del pavoroso incendio que se registró en varios asentamientos humanos del Callao entre los cruces de las avenidas Elmer Faucett y Morales Duárez, próximos a la ribera del río Rímac.
En ese lugar, 300 familias damnificadas de los asentamientos 200 millas, Nuevo Progreso, Nueva Esperanza y 25 de Febrero pasaron la noche en carpas construidas en losas deportivas.
Los damnificados informaron que lo han perdido todo y solo se quedaron con lo que tienen puesto. Una madre de familia lamentó no haber podido rescatar ninguna de sus pertenencias, como su refrigeradora, cocina y camas que elementos de mal vivir se llevaban formando una cadena humana, no para ayudar sino para pasarse los objetos a través del rio.
Una lamentable situación que viven cientos de personas que se quedaron solo tienen lo que llevan puesto.
El fuego, que inició pasadas las 3 de la tarde del miercoles 30 de octubre, se extendió a lo largo de cuatro cuadras, consumiendo viviendas que en su mayoría están construidas con materiales inflamables.
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