Un sector se ilusionó con ellos. Pensaron que iban a sacarnos del pozo y llevarnos rumbo a Brasil 2014. Pero a la mitad de caminos los súper héroes se convirtieron en ídolos de barro. Perú juega con nombres y no con hombres. Hoy en la interna surgen las diferencias. También se les responsabilizan por ser mal ejemplo (caso Carrillo). Incluso, en la mayoría de partidos que le fue bien a la selección, uno o dos de ellos no alinearon. Ahora son una traba que impedirán que Perú llegue a otro mundial más.
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