Hoy domingo, en donde el Señor nos habla de la parábola de los talentos, el programa Domingo es Fiesta cumple 31 años al aire.
Evangelio según San Mateo capítulo 25, 14-30:
“Jesús les dijo: un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.
Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.
En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.
Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado."
Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado."
Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro ….Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."
Mas su señor le respondió: Quitadle, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos.
Reflexión del P. Clemente:
Bueno, amigos, vamos a lo nuestro. Vamos de negocios. ¿Sabéis mucho de contabilidad? Yo entiendo bien poco. Y sin embargo, Dios me ha hecho administrador de sus bienes y dones. Lo curioso es que, mientras unos invierten en la Bolsa de Valores, y otros en los Bancos y otros en negocios, Dios lo invierte todo en nosotros. Nosotros somos la Bolsa de inversiones de Dios.
Me he dado cuenta de que hoy, una de las carreras universitarias con más alumnado creo que es la facultad de contabilidad y administración de empresas. Pero ¿habrá alguna facultad que nos enseñe a administrar los dones que Dios invierte cada día en nosotros?
El Evangelio de hoy nos habla de eso: de Dios invirtiendo sus talentos en estos tres personajes que, al no tener nombre, podemos ser cada uno de nosotros.
Pero Dios no quiere administrados “cajas fuertes”. Es decir, no quiere administradores que sencillamente guardan sus dones, sus talentos. Dios quiere gente arriesgada, gente que sale a hacer producir los dones que nos ha regalado.
Un Evangelio que no habla de conservar, sino de producir, de rentabilizar. Un Evangelio no habla devolverle a Dios lo que nos ha dado sino que lo hagamos historia.
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