Acusaciones se hicieron después de que Liu Xiaoping, de 29 años y uno de los secuestrados, fuese encontrado sangrando y golpeado en las calles de un pueblo pequeño en el centro de la provincia.
Una una fábrica de cementos de la provincia china de Shaanxi (centro) ha sido acusada de secuestrar a discapacitados mentales y utilizarlos como esclavos, informó hoy el matutino hongkonés "South China Morning Post".
Las acusaciones se hicieron después de que Liu Xiaoping, de 29 años y uno de los secuestrados, fuese encontrado sangrando y golpeado en las calles de un pueblo pequeño en el centro de la provincia.
Liu, reportado como perdido en junio, fue descubierto por un hombre de su mismo pueblo que estaba buscando a su hijo, también con discapacidad mental y que desapareció en el mismo mes que él.
Según denunció Liu, en la fábrica había alrededor de una docena de secuestrados que eran forzados a trabajar bajo muy malas condiciones laborales y sin recibir salario. Además, identificó al hombre que supuestamente los secuestro con el apodo de "Viejo Fang".
La policía ha dicho que el personal de la fábrica no ha reconocido a Liu, pero admitió que, a comienzos de este año, el "Viejo Fang" les suministró trabajadores que claramente eran discapacitados mentales y a los que presentó como miembros de su familia.
La policía no logró encontrar en la fábrica a ningún discapacitado mental, aunque según informó el "South China Morning Post", seguirá buscándolo a través de otros métodos.
Este caso de discapacitados mentales obligados a trabajar como esclavos es el segundo que se reporta en el mes de diciembre en China.
La policía china liberó la semana pasada a doce discapacitados mentales que trabajaban como esclavos en una fábrica de la región autónoma de Xinjiang, al oeste del país asiático, y detuvo al propietario de la misma.
Hace tres años, también se reportaron casos similares de explotación laboral en los que miles de trabajadores, entre ellos menores de edad víctimas del tráfico ilegal de personas, eran explotados en los hornos de ladrillos de las provincias de Henan y Shanxi.
EFE
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