La ruta invita a experimentar el tren con más tradición en América Latina y que actualmente postula al mejor en su género en Sudamérica en los ´World Travel Awards 2014´.
Para los que gustan de conocer nuestros países vecinos hay una buena alternativa para tener una experiencia inolvidable viendo y viajando con el tren con más tradición en América Latina y que actualmente postula al mejor en su género en Sudamérica en los "World Travel Awards 2014".
Esta es una experiencia que se enmarca dentro de las líneas de promoción y difusión del Ministerio de Turismo de Ecuador.
El Tren que lleva del Pacífico al corazón de los Andes es un servicio turístico de lujo para conocer la diversidad del vecino país, un destino obligatorio para viajeros, que guarda dentro de sí historias y lugares fascinantes por descubrir en una ruta que fue construida a fines de 1800, con el afán de conectar un país separado por majestuosas montañas.
La ruta ha sido recientemente remodelada con una obra de ingeniería compleja que atraviesa una geografía muy quebrada que avanza desde Guayaquil, a nivel del mar, hasta el bosque nublado rumbo a las alturas. Su punto más alto alcanza los 3.600 metros, en las faldas del Chimborazo, la montaña más alta del Ecuador.
Luego, continúa por valles, ríos y montañas, en medio de la avenida de los volcanes y termina en Quito, la capital ecuatoriana, declarada por UNESCO como primer Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1978.
El viaje es un acercamiento a la diversidad cultural del Ecuador, desde Quito en los andes y finalizar en la Costa del Pacífico.
Una de las partes más impactantes del recorrido es la maniobra que decidieron hacer los constructores sobre las escarpadas montañas cercanas a Alausí: el avance de la locomotora en reversa en “La Nariz del Diablo” donde el abismo y la parada en medio de la pendiente sorprende a todo el que sube en uno de los vagones.
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