"Como mínimo, es una decisión muy desafortunada que envalentonará al régimen y prolongará el sufrimiento", dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey
EE.UU. lamentó el "desafortunado" envío de una nueva tanda de misiles de crucero antibuque de Rusia a Siria, un paso que "envalentonará al régimen" de Bashar Al Assad y que puede prolongar el conflicto en el país árabe.
"Como mínimo, es una decisión muy desafortunada que envalentonará al régimen y prolongará el sufrimiento. Llega en mal momento y es muy desafortunada", indicó a los periodistas el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, respecto a los "misiles antibuque".
Según informó el diario The New York Times, que cita a funcionarios estadounidenses, Rusia ha enviado a Siria una nueva tanda de misiles de crucero antibuque del tipo Yakhonts, equipados con un radar más avanzado que los hace más eficaces.
Dempsey alertó también sobre los informes de funcionarios israelíes de que Rusia planea enviar en los próximos meses a Siria nuevos misiles tierra-aire S-300, algo que "aumentaría el riesgo" en el país, pero "no sería imposible de superar" por parte de los rebeldes.
"Lo que realmente me preocupa es que Al Assad decida que, una vez que tenga estos sistemas, está de alguna manera más seguro y sea más proclive a errores de cálculo", señaló Dempsey en una conferencia de prensa junto a Chuck Hagel, el secretario de Defensa de EE.UU.
Hagel subrayó que "la escalada de armamento en Oriente Medio es peligrosa", y cualquier envío de misiles por parte de Rusia "no ayuda", porque "lo hace más peligroso".
"Lo que no queremos que ocurra, y lo que los rusos tampoco quieren que ocurra, es que Siria explote hasta el punto de que haya una guerra regional en Oriente Medio", dijo el jefe del Pentágono.
Preguntado por la posibilidad de una intervención militar para impedir la entrega de los misiles, Dempsey la descartó al subrayar que el Pentágono "no tiene opciones que prevengan la entrega de cualquier venta militar a los sirios".
Hagel, por su parte, aseguró que el envío de armas no impide que Estados Unidos continúe con su política actual hacia Siria, incluido el estudio de la posibilidad de armar a los rebeldes sirios.
"Seguimos evaluando todas las opciones, y lo seguiremos haciendo", apuntó.
Las declaraciones de Hagel y Dempsey parecen contradecir las de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, quien señaló poco antes en su conferencia de prensa diaria que Estados Unidos no estaba al tanto de "nuevos envíos" rusos al régimen de Al Assad.
El presunto envío añade tensiones a la relación entre EE.UU. y Rusia en un momento clave, en el que ambas potencias tratan de impulsar una conferencia internacional sobre el conflicto prevista para el próximo mes en Ginebra.
EFE
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