La ejecución de Paul Goodwin (48), condenado por haber violado y asesinado con un martillo a una mujer en 1998, es la última del año.
Dos presos fueron ejecutados este jueves en Estados Unidos, los últimos a los que se aplica la pena capital en este país en 2014, informaron las autoriadades.
El estado de Misuri ejecutó este miércoles a Paul Goodwin, de 48 años, condenado por haber violado y asesinado con un martillo a una mujer en 1998.
A Goodwin lo declararon muerto a la 01.25 hora local (07.25 GMT), casi una hora y media después de lo previsto, tras suministrarle una inyección letal.
En marzo de 1998, Goodwin irrumpió en la casa de la víctima, su vecina Joan Crotts, la violó, empujó por las escaleras y luego golpeó en la cabeza con un martillo.
Goodwin y Croots habían discutido en diversas ocasiones.
La hermana del ejecutado, Mary Mifflin, lamentó en un comunicado la aplicación de la pena capital, "un castigo injusto" para Goodwin, "un hombre con capacidades mentales de un niño, no de un adulto".
Fue precisamente el bajo nivel intelectual de Goodwin el argumento al que se aferró la abogada defensora, Jennifer Herndon, en sus últimos recursos, en un intento de evitar la ejecución.
Pero ni el gobernador de Misuri, Jay Nixon, ni la Corte Suprema de Justicia atendieron las peticiones.
Por su parte, Debbie Decker, hija de la víctima, declaró a medios locales que Goodwin no merecía clemencia: "He estado esperando a que esto sucediera. Ahora espero que todos los malos recuerdos se vayan".
La ejecución de Goodwin es la última del año en Estados Unidos, que ha concluido el curso con 34, la cifra más baja desde 1994.
También ha sido la décima en Misuri, que en este caso ha marcado la cifra más alta desde 1999.
De las 34 ejecuciones, 28 se han producido en tres estados: Texas (10), Misuri (10) y Florida (8).
Minutos antes que Goodwin fue ejecutado, en Jackson (Georgia) Robert Hosley, de 49 años.
Hosley fue condenado por el asesinato del agente de policía Will Robinson en 1995, al que disparó en Milledgeville (Georgia) durante una persecución tras el robo de una tienda.
EFE
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