El nombre de la colección presentada por el diseñador Kart Lagerfeld se llama Neón Barroco y contra su costumbre no hubo un solo vestido negro o azul marino en la pasarela
El verano 2010 del máximo lujo Chanel propuso
hoy una silueta muy gráfica, muy dibujada, para vestir de día a la mujer
actual, y un romanticismo "neón-barroco" construido sobre tonos
pastel y aderezado con elementos, joyas, bordados, incrustaciones y accesorios
plateados, incluidos zapatos y mitones.
Siluetas balón que juegan con la transparencia para ocultar y revelar el cuerpo femenino, trajes de chaqueta de tweed de falda-pantalón, perlas en la suela de los zapatos, detrás de un vestido, en su botonadura o en collares portados a la espalda, fueron algunas de las características Chanel del verano que viene.
"Neón-barroco es su nombre, la colección se llama así", explicó el modisto alemán Karl Lagerfeld tras el desfile, mientras señalaba una de las 25 columnas recubiertas con 4.200 tubos de neón malva, rosa, amarillo, verde y blanco roto que decoraron el espacio elegido para presentarla, tapizado todo, sillones incluidos, de tejido plateado. Exactamente los mismos colores utilizados en sus modelos, brillantes, traslucidos, nacarados, plateados y, siempre, muy claros.
"Sí, es la primera vez en mi vida en la que hago una colección sin un vestido negro ni azul marino", confirmó a Efe el artista.
De todas formas, "cualquier vestido rosa se puede hacer en negro, no me necesitan a mi para eso" añadió.
Respecto al exquisito resplandor de su nueva colección, Lagerfeld que abrió la guerra contra la moda "bling bling" hace ya unos años, precisó su concepto.
Lo "bling bling es el oro, lo vulgar, las formas "red carpet" (para la alfombra roja), el rolex de oro un poco agresivo y todo eso, pero el lado "cromado" de esta colección es otra cosa "completamente diferente".
De hecho, agregó, la plata "no tiene la misma connotación que tiene el oro", aunque, precisó, esto no quiere decir que él "no trabaje el oro", sino que ahora quiso utilizar la plata, lo plateado, "como el aire fresco para los colores pastel".
Fue su manera de evitar que el romanticismo buscado resultase "polvoriento", destacó. Le ayudaron quizá en la tarea los códigos tradicionales de la elegancia Chanel, presentes en sus diseños, pero de otra manera, "como las perlas, que están en los pies, en los botones o que flotan en collares pero que no se ven delante", explicó.
A juego con el joven vestido con un traje completamente plateado, la novia Chanel que cerró el desfile portará un voluminoso vestido blanco rosa muy claro con larga y volumétrica cola, pero escote y mangas largas plateadas.
Otros grandes modistos del día fueron hoy el brasileño Gustavo Lins, quien también incluyó en su colección algunos modelos masculinos, pues su arte se destina a menudo a ambos sexos de manera intercambiable.
Stéphane Rolland presentó en la Cité de l"Architecture una colección muy arquitectónica de pliegues, plisados, drapeados y corte impecable, con bordados de pedrería, incrustaciones y pequeños y sinuosos relieves futuristas estratégicamente colocados en hombros, caderas o en el delantero de un vestido. Su estampado principal fue una mancha construida como si un liquido hubiese sido arrojado sobre el tejido o el vestido adornado con ella, roja sobre fondo blanco; a veces negra, otras dorada, o berenjena, en conjuntos del mismo color.
Por su parte, la firma Paule Ka, "Paule" como la tía de su modisto, Serge Cajfinger, y "Ka" como suenan las dos primeras letras de su apellido, explicaron a Efe sus portavoces, presentó hoy su primera colección "Black Carpet". Blanco, negro, rojo, amarillo oro y verde esmeralda fueron sus colores, en vestidos de cóctel y de gala, largos o cortos, a menudo bicolores, adornados en ocasiones con grandes lazos en el delantero. Una veintena de modelos que sin ser exactamente alta costura se acerca mucho a ella, pues fueron pensados para las grandes ocasiones, como la alfombra roja del Festival de Cannes y las de otros certámenes y eventos similares, agregaron.
EFE
Siluetas balón que juegan con la transparencia para ocultar y revelar el cuerpo femenino, trajes de chaqueta de tweed de falda-pantalón, perlas en la suela de los zapatos, detrás de un vestido, en su botonadura o en collares portados a la espalda, fueron algunas de las características Chanel del verano que viene.
"Neón-barroco es su nombre, la colección se llama así", explicó el modisto alemán Karl Lagerfeld tras el desfile, mientras señalaba una de las 25 columnas recubiertas con 4.200 tubos de neón malva, rosa, amarillo, verde y blanco roto que decoraron el espacio elegido para presentarla, tapizado todo, sillones incluidos, de tejido plateado. Exactamente los mismos colores utilizados en sus modelos, brillantes, traslucidos, nacarados, plateados y, siempre, muy claros.
"Sí, es la primera vez en mi vida en la que hago una colección sin un vestido negro ni azul marino", confirmó a Efe el artista.
De todas formas, "cualquier vestido rosa se puede hacer en negro, no me necesitan a mi para eso" añadió.
Respecto al exquisito resplandor de su nueva colección, Lagerfeld que abrió la guerra contra la moda "bling bling" hace ya unos años, precisó su concepto.
Lo "bling bling es el oro, lo vulgar, las formas "red carpet" (para la alfombra roja), el rolex de oro un poco agresivo y todo eso, pero el lado "cromado" de esta colección es otra cosa "completamente diferente".
De hecho, agregó, la plata "no tiene la misma connotación que tiene el oro", aunque, precisó, esto no quiere decir que él "no trabaje el oro", sino que ahora quiso utilizar la plata, lo plateado, "como el aire fresco para los colores pastel".
Fue su manera de evitar que el romanticismo buscado resultase "polvoriento", destacó. Le ayudaron quizá en la tarea los códigos tradicionales de la elegancia Chanel, presentes en sus diseños, pero de otra manera, "como las perlas, que están en los pies, en los botones o que flotan en collares pero que no se ven delante", explicó.
A juego con el joven vestido con un traje completamente plateado, la novia Chanel que cerró el desfile portará un voluminoso vestido blanco rosa muy claro con larga y volumétrica cola, pero escote y mangas largas plateadas.
Otros grandes modistos del día fueron hoy el brasileño Gustavo Lins, quien también incluyó en su colección algunos modelos masculinos, pues su arte se destina a menudo a ambos sexos de manera intercambiable.
Stéphane Rolland presentó en la Cité de l"Architecture una colección muy arquitectónica de pliegues, plisados, drapeados y corte impecable, con bordados de pedrería, incrustaciones y pequeños y sinuosos relieves futuristas estratégicamente colocados en hombros, caderas o en el delantero de un vestido. Su estampado principal fue una mancha construida como si un liquido hubiese sido arrojado sobre el tejido o el vestido adornado con ella, roja sobre fondo blanco; a veces negra, otras dorada, o berenjena, en conjuntos del mismo color.
Por su parte, la firma Paule Ka, "Paule" como la tía de su modisto, Serge Cajfinger, y "Ka" como suenan las dos primeras letras de su apellido, explicaron a Efe sus portavoces, presentó hoy su primera colección "Black Carpet". Blanco, negro, rojo, amarillo oro y verde esmeralda fueron sus colores, en vestidos de cóctel y de gala, largos o cortos, a menudo bicolores, adornados en ocasiones con grandes lazos en el delantero. Una veintena de modelos que sin ser exactamente alta costura se acerca mucho a ella, pues fueron pensados para las grandes ocasiones, como la alfombra roja del Festival de Cannes y las de otros certámenes y eventos similares, agregaron.
EFE
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