El quelonio único en su especie tenía más de 100 años, su fallecimiento fue noticia en todo el mundo.
El Solitario George murió y con él se terminó una especie de tortuga gigante de las islas Galápagos, la Geochelone abingdoni. La comunidad científica se esforzó, en vano, para conseguir que se reproduzca y deje su descendencia.
Los medios han tratado de explicar a qué se debe el fallecimiento de esta especie y por qué no se pudo reproducir pese al esfuerzo a sus criadores.
Diarios online como Emol, ABC.es, Clarín y Daily News informaron al publicó sobre el deceso del reptil que no dejó descendencia.
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